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mente de mujeres (89,5%), jóvenes y casadas (80,8%), su situación se compensa en el interior del hogar con las rentasde sus cónyuges (Tablas 4.30 y 4.31). En muchos casos esta circunstancia tan sólo es la prolongación de lo que veníasucediendo en etapas anteriores del curso vital, ya que la mayoría de ellas nunca ha trabajado fuera del ámbito doméstico.Otras sí lo hicieron, ya sea de forma discontinua o durante toda la vida, pero no han causado los derechos correspondientesante el sistema de Seguridad Social. En realidad la cuestión no es tanto que el sistema de pensiones españolo cualquier otro discrimine o no a las mujeres. Lo que sucede es que la posibilidad de obtener prestaciones y el importede las mismas, sobre todo en los sistemas de inspiración bismarkiana, dependen de los ingresos derivados de la actividadlaboral y aquí es donde interviene la tradicional división del trabajo entre los dos sexos (Leitner, 2001: 100) que implica,para las mujeres, menos posibilidades de realizar un trabajo remunerado, más de que la carrera laboral tenga queinterrumpirse por obligaciones familiares (Madrid y Garcés de los Fayos, 2000: 90) y salarios más bajos (Anzick y Weaver,2001: 6), entre otras desventajas. Además, las mujeres tienen una esperanza de vida más alta, lo que agudiza para ellaslos problemas de cualquier mecanismo de garantía de rentas que tenga que mantener la capacidad adquisitiva a largoplazo (Pérez Ortiz, 1997, 2003).TABLA 4.30.Mayores según perciban o no una pensión%LA ESTRUCTURA SOCIAL DE LA VEJEZ EN ESPAÑA / Nuevas y viejas formas de envejecer174Percibe una pensión 90,4No percibe pensión 9,1NS/NC. ,6(N) (1.898)TABLA 4.31.Características de las personas mayores que no tienenla condición de pensionistasNo percibenpensionesHombres 10,5Mujeres 89,5Mujeres de 65 a 74 años 70,9Mujeres de 75 a 84 años 16,3Mujeres de 85 o más años 2,3Solteras 1,2Casadas en pareja 80,8Viudas 5,2Divorciadas o separadas 2,3Mujeres con carrera laboral continua 17,4Mujeres con carrera laboral discontinua 29,1Mujeres que no han desarrollado carrera laboral 38,4Los ingresos que perciben en concepto de pensión muestran la conocida concentración de las pensiones en los tramosde ingresos más bajos: más de la mitad de los pensionistas en la encuesta perciben menos de 600 euros mensuales (Tabla4.32). Es posible constatar las diferencias entre hombres y mujeres y el efecto de la edad (Tablas 4.33, 4.34 y 4.35).El efecto de la edad es especialmente visible entre los varones y es el resultado de la combinación del efecto de la pervivenciade formas de protección más antiguas y de la propia acción del paso del tiempo que juega en contra de las pensiones,en el sentido de que aleja sus importes de las rentas salariales y de las pensiones que han sido causadas másrecientemente (Pérez Ortiz, 2003). Una buena parte de las diferencias observables en los importes de las pensiones obedecenal paso del tiempo, por ejemplo, la concentración de los varones viudos, los que viven solos o presentan un estadode salud y de autonomía funcional más deteriorados en los tramos más bajos responde fundamentalmente a que