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La ayuda parece ser una actividad de cierta complejidad porque aunque la mayoría de las personas que prestan ayuda aotros hogares (41,0%) realizan sólo una actividad, más de la tercera parte de ellos efectúan, al menos, tres distintas(Tabla 2.40). La actividad que más se realiza en solitario es el cuidado de adultos, pero es más frecuente combinar actividades,la combinación más usual es hacer la compra junto con otras dos actividades, cuando se llevan a cabo dos actividadeslo más común es combinar la compra o la comida entre sí o con alguna otra (Tabla 2.41).TABLA 2.40.Número de actividades de cooperación con otros hogaresNúmero de actividades %Una 41,0Dos 23,4Tres 19,9Cuatro 10,4Cinco o más 5,3(N) (432)TABLA 2.41.Combinación de actividades de colaboración con otros hogaresLA ESTRUCTURA SOCIAL DE LA VEJEZ EN ESPAÑA / Nuevas y viejas formas de envejecer72Número de Compra Costura Construcción Vehículo Gestiones Comidas Cuidadoactividadesde adultosUna 9,0 5,1 4,6 0,2 4,2 8,3 9,5Dos 11,6 8,3 4,2 1,4 6,9 10,9 3,5Tres 16,0 8,8 4,9 4,4 10,6 10,2 4,9Cuatro 10,0 6,5 3,5 3,2 8,1 6,7 3,7Cinco 3,9 2,8 2,3 1,4 3,5 3,5 2,3Seis 0,9 0,9 0,9 0,5 0,9 0,7 0,7Siete 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5Tres o más 31,3 19,4 12,0 10,0 23,6 21,5 12,0Dos o más 42,8 27,8 16,2 11,3 30,6 32,4 15,5N= 432La división por género muestra claramente que el reparto sexual de tareas se mantiene en la colaboración con otros hogares:son claramente femeninas la preparación de comidas y las labores de costura, y claramente masculinas, las gestiones ylas reparaciones y cuidado de los vehículos. La compra y el cuidado de adultos, aunque son más frecuentes entre las mujeres,están menos marcadas por sexo (Tablas 2.42, 2.43 y 2.44). La edad reduce la frecuencia en la prestación de serviciosdesde los mayores a otros hogares, no tanto en las mujeres como en los hombres. El cruce de la edad y el sexo revela quealgunas mujeres jóvenes (de 65 a 74 años) realizan actividades más masculinas como las gestiones y que aún las mujeres de85 o más años siguen prestando servicios en proporciones no desdeñables, sobre todo en costura y preparación de comidas.Otras variables sociodemográficas como el hábitat o el nivel de estudios influyen en la intensidad de la colaboración con otroshogares. En general, parece que la colaboración es más intensa en los municipios más pequeños. A grandes rasgos, la ley secumple para los dos sexos y en todas las actividades, sin embargo, en los municipios más grandes las mujeres se implicanmás en actividades menos tradicionalmente femeninas y en el cuidado de adultos.Como en el cuidado de los nietos, el nivel de estudios aumenta la colaboración en la mayoría de las tareas, claramenteentre las mujeres y bastante menos entre los hombres. Entre ellos tan sólo la preparación de comidas se reduce alaumentar el nivel de estudios. El estado civil genera también algunas diferencias, los divorciados parecen ser los máscolaboradores, no obstante, el tamaño de la muestra es muy reducido para no tomar con cuidado esta información; algosimilar sucede con los solteros, que no tengan hijos o nietos no significa que no cooperen con otros hogares, en especialpor lo que se refiere al cuidado de adultos (esta es una labor tradicional de los solteros). Con respecto a las diferenciasentre viudos y casados, operan en sentido contrario para cada sexo, los hombres colaboran más cuando están casa-