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LA ESTRUCTURA SOCIAL DE LA VEJEZ EN ESPAÑA / Nuevas y viejas formas de envejecer148La vivienda es también un hogar y, como tal, un lugar de sociabilidad. En primer lugar, la vivienda condiciona las relacionescon el entorno, así la posesión de la vivienda en los mayores se transforma en independencia con respecto a susfamilias (Pérez Díaz, Chuliá y Valiente, 1998: 75) y en seguridad frente a los otros en sentido amplio, frente al mundoque les rodea que, a menudo, consideran hostil o amenazador (Rojo y Fernández-Mayoralas, 2002: 164). Pero tambiéncondiciona las relaciones de media distancia con el entorno de vida habitual, el barrio o el municipio de residencia.Además, el hogar es el escenario de las relaciones familiares, actuales y pasadas, y de la sociabilidad más próxima, laque pertenece al círculo más íntimo. Precisamente las transformaciones de la familia y el auge de la intimidad han producidoen tiempos recientes una revalorización del espacio doméstico por ser el marco en el que se despliega la intimidady las relaciones puras. Para los mayores la vivienda puede ser el techo bajo el que reunir a los familiares de lasgeneraciones más jóvenes, los hijos y los nietos (Attias-Donfut y Segalene, 2001: 22), y como tal cobra una importanciasingular en acontecimientos destacados como las fiestas familiares. Pero además, en la vejez la vivienda cobra unaimportancia singular como consecuencia de la pérdida de otros lugares de referencia (el lugar de trabajo, fundamentalmente)y por la restricción del espacio vital que puede seguir a la aparición de las primeras limitaciones físicas.Caradec (2001: 78) habla de repliegue sobre el ámbito doméstico en alusión a un proceso que suele observarse en losmás ancianos y que consiste básicamente en la reducción de las salidas al exterior y de las distancias que recorren encada una de ellas. Es, de hecho, una concentración del espacio de sociabilidad alrededor del espacio doméstico que noes equivalente a las situaciones de confinamiento en las que viven algunos mayores (Iglesias, 2001). En cualquier caso,la reducción del espacio vital, sea éste un efecto de la edad o un efecto de contagio de la revitalización del espaciodoméstico que ejemplifican sobre todo las generaciones más jóvenes, incrementa el valor de la vivienda. La viviendatiene, por fin, una dimensión simbólica como continente de la memoria y los recuerdos e, incluso, las cosas, las posesiones.Esa vivienda es el lugar en el que se han desarrollado las experiencias y emociones que han moldeado buenaparte de sus vidas. En este sentido, la vivienda constituye también un símbolo identitario porque representa a una personaen su continuidad (Caradec, 2001: 79), es el vínculo de unión entre lo que se ha sido y lo que se es, en definitiva,el escenario de la historia personal. La actuación simultánea de estos factores explica, sin duda, el elevado grado desatisfacción que los mayores expresan con respecto a sus viviendas (Tabla 4.1). Apenas unos cuatro de cada cienmayores se muestran claramente insatisfechos con sus viviendas, una proporción que puede llegar como máximo al11,2% sin incluimos la categoría de “regular”.4.1.1. Características de las viviendasTABLA 4.1.Grado de satisfacción con la viviendaGrado de satisfacción %Muy satisfecho 27,2Satisfecho 61,0Regular 7,1Insatisfecho 3,7Muy insatisfecho ,4NS/NC ,5(N) (1.801)En la ECVM-04 se investigan también las características físicas de los hogares, pero de una forma indirecta, preguntandotambién por el grado de satisfacción ante un conjunto amplio de condiciones: desde el estado de conservación de lavivienda y del edificio del que forma parte o el tamaño de la vivienda, a un conjunto de condiciones ambientales comola luminosidad, la temperatura y la humedad y la existencia de ruidos interiores o en el exterior y otras característicasmás precisas y más orientadas a la posibilidad de que existan limitaciones físicas o sean necesarios elementos técnicoscomo una silla de ruedas para salvar esas dificultades, se trata de las condiciones en las que se encuentran las escalerasy la amplitud de pasillos y puertas. Una vez más, el grado de satisfacción con la mayoría de los aspectos es muy elevadoentre los mayores (Tablas 4.2, 4.3, 4.4 y 4.5). Lo es con la luminosidad de la vivienda, con su tamaño, con el esta-