Texto completo de la publicación (1923 Kb. pdf) - Imserso

sobre todo las que presentan estas situaciones. En la ECVM-04 casi cuatro de cada diez mujeres ha desarrollado una carreraconvencional, de tipo masculino, otras dos han trabajado en alguna ocasión y tres de cada diez no ha trabajado nuncafuera de los límites de su hogar. La proporción de mujeres trabajadoras obtenida en la encuesta se parece mucho a los resultadosque obtiene Pérez Díaz (2001: 159) del análisis de la Encuesta Sociodemográfica y a los obtenidos en 2002 por laencuesta a mujeres mayores del Instituto de la Mujer (Pérez Ortiz, 2003).LA ESTRUCTURA SOCIAL DE LA VEJEZ EN ESPAÑA / Nuevas y viejas formas de envejecer186Según Pérez Díaz (2001: 173 y ss.), las carreras laborales de las mujeres que hoy son mayores se caracterizaron por una seriede peculiaridades que las separan necesariamente de las trayectorias profesionales de las mujeres que trabajan en estosmomentos. No obstante, las generaciones femeninas que marcaron el inicio de esas pautas actuales están ya muy próximasa la vejez, ya que las identifica como las mujeres nacidas entre 1941 y 1945 (es decir, las que en el momento de realizacióndel trabajo de campo de la ECVM-04 tenían entre 59 y 63 años). Las mujeres más veteranas iniciaron sus carreras aedades muy tempranas (la mayoría antes de los quince años), en un mercado de trabajo muy poco dinámico que ofrecía alas mujeres muy pocas oportunidades de realizar una verdadera carrera en el sentido de mejora de la situación profesional.Es indudable que estas circunstancias debieron condicionar extraordinariamente el significado y el valor del trabajo para lasmujeres. Nuestra encuesta confirma que las mujeres que han desarrollado carreras laborales continuas son las que no secasaron o se disolvieron sus uniones por separación o divorcio, las que tienen niveles de estudios más altos y las que residenen los municipios más pequeños (Tabla 4.44). Las mujeres analfabetas también cuentan entre ellas con una proporciónimportante de mujeres trabajadoras, sin embargo, sus trayectorias laborales son preferentemente discontinuas. En realidad,según Pérez Díaz, tal discontinuidad no existió para la mayoría de ellas, en el sentido de que la mayor parte de ellassólo trabajaron durante un período y no volvieron jamás a incorporarse al mercado de trabajo, la carrera laboral femeninaque implica el trabajo hasta el momento de contraer matrimonio o hasta la llegada de los hijos, una larga interrupción dela actividad durante los años de crianza y la reincorporación posterior cuando los hijos han crecido, sólo se habría cumplidopara las mujeres nacidas después de 1930 (menores de 74 años en el momento de la realización de la encuesta), quevolvieron a trabajar movidas por las oportunidades creadas por el desarrollo económico de los años sesenta o por las dificultadesde empleo que experimentaron sus esposos como consecuencia de la crisis de los años ochenta.TABLA 4.43.Mayores según su relación actual y pasada con la actividad laboral según sexosRelación con la actividad Hombres Mujeres TotalActualmente trabaja 3,2 2,3 2,7Está buscando trabajo, está parado/a ,2 ,3 ,3No trabajo ni busco empleo, pero sí me gustaría trabajar 1,1 ,7 ,9Está jubilado/a, pero ha trabajado siempre 88,7 39,0 60,4Ha trabajado en alguna ocasión 1,0 21,0 12,4Nunca ha trabajado fuera de casa 1,3 31,5 18,5NC 4,4 5,2 4,8(N) (817) (1.081) (1.898)TABLA 4.44.Mujeres mayores según trayectorias laborales anteriores y variables sociodemográficasContinua Discontinua No N. C. (N)ha trabajadoTotal 42,4 21,0 31,5 5,2 (1081)EDADDe 65 a 74 años 43,1 21,3 30,6 5,0 (615)De 75 a 84 años 41,5 20,4 32,6 5,5 (383)85 o más años 41,0 21,7 32,5 4,8 (83)HÁBITATRural 53,5 17,8 24,8 3,9 (129)Rural intermedio 46,6 18,5 29,2 5,6 (178)Urbano 39,5 22,1 33,1 5,3 (774)→