Tendiendo Puentes hacia la Interculturalidad Ponencias
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Después de unos 50 años del nacimiento de <strong>la</strong>s neurociencias sabemos que lo<br />
característico de <strong>la</strong> especie humana respecto de los grandes simios (chimpancesbonobos,<br />
orangutanes, gori<strong>la</strong>s) sus parientes filogenéticos más cercanos, es su intensa<br />
y trascendente capacidad para estar-consciente-de-ser y su “cerebro social”. Los<br />
estudios indican que una c<strong>la</strong>ve para comprender el funcionamiento del cerebro<br />
humano, no estaba en lo que hasta ahora consideraban: el cerebro mismo, sino en lo<br />
que un cerebro puede llegar co-producir, co-crear o inventar con otros cerebros, ya<br />
sean estos humanos o no.<br />
Los estudios registran una y otra vez que un gran simio puede aprender a desarrol<strong>la</strong>r<br />
una tecnología incipiente inmediata. Pero si bien puede producir una herramienta con<br />
el esfuerzo de su investigación individual sobre materiales o el propio artilugio, lo<br />
conseguirá solo a partir de sus experiencias y de su conocimiento del medio<br />
circundante. Lo que no pueden llegar a realizar es algo que un/a humano/a si es capaz<br />
de forma impecable y definitiva. Esto es, <strong>la</strong> especie humana –y concretando en nuestra<br />
temática– <strong>la</strong> cultura humana puede aprender a aprender a partir de:<br />
a) no solo producciones individuales, sino también pensando y actuando<br />
cooperativamente.<br />
b) no solo en un <strong>la</strong>pso de tiempo vital de un individuo, sino a través de generaciones<br />
de individuos.<br />
c) no solo a partir de un producto contingente, sino a partir de <strong>la</strong>rgos procesos donde<br />
descubrimientos e innovaciones son acumu<strong>la</strong>dos como conocimiento que es<br />
transmisible simbólica y funcionalmente de generación en generación.<br />
Es decir, se pueden observar en especies de grandes simios distintas maneras de<br />
solucionar <strong>la</strong>s mismas problemáticas sociales. Por ejemplo, un individuo puede<br />
descubrir una manera hacer <strong>la</strong>s cosas en unas circunstancias dadas y, a continuación,<br />
sus semejantes lo pueden aprender por imitación. Incluso se ha podido observar que<br />
los orangutanes en cautividad llegan a convivir en grupo o que los machos juegan con<br />
cuidado paternal con los jóvenes, cosa que es difícil observar en sus hábitats<br />
naturales. Lo cual es debido al acceso facilitado de alimento en el primer caso y <strong>la</strong><br />
escasez del alimento en el segundo. Cambian <strong>la</strong>s condiciones ambientales y entonces<br />
su etnografía y estrategias cognitivas se adaptan.<br />
Sin embargo, solo en los humanos es posible el “trinquete cultural”: todos podemos<br />
aprender <strong>la</strong> innovación de un miembro-inventor, llegar a perfeccionar <strong>la</strong> invención y su<br />
vez crear un método de transmitir el hal<strong>la</strong>zgo a sus hijos y a los hijos de sus hijas. Pero<br />
el término “innovación” en <strong>la</strong> cultura humana implica una riqueza de hazañas cognitivas<br />
no solo a nivel de innovaciones tecnológicas materiales, sino también simbólicas, ya<br />
sean matemáticas, lingüísticas, en los modos de organización sociológica e incluso de<br />
creencias sobrenaturales. Podemos no dejar de decir que en <strong>la</strong> especie humana<br />
encontramos el paroxismo de lo que los Biólogos evolutivos l<strong>la</strong>man “<strong>la</strong>s especies<br />
culturales”.<br />
De hecho, para entender <strong>la</strong> cultura humana y todas <strong>la</strong>s complejas redes de habilidades<br />
cooperativas, de motivaciones biológicas y transbiológicas exclusivas de nuestra<br />
especie, podemos constantemente implementar múltiples enfoques de conocimiento:<br />
<strong>la</strong> antropología evolutiva, <strong>la</strong> antropología cultural y <strong>la</strong> simbólica, <strong>la</strong> economía, <strong>la</strong><br />
psicología social y cognitiva, el pensamiento sistémico, el psicoanálisis, <strong>la</strong> teología,<br />
etc...<br />
Con éste discurso, trato de realizar un ejercicio de deducción autónoma buscando<br />
alcanzar una afirmación sobre <strong>la</strong> condición humana de corte universalista (que sea<br />
empírico), esto es: todo ser humano, independientemente de su etnia, de su lengua, de<br />
su país, del tiempo o de <strong>la</strong>s coordenadas geográficas natales, es un animal que llega a<br />
culminar su condición de Ser, gracias al factor extragenético que constituye toda Matriz<br />
Cultural. De hecho, en los humanos toda conducta con base genética... necesita de un<br />
“hábitat cultural” dónde desarrol<strong>la</strong>rse con sentido. Dicho de otro modo, solo con el<br />
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