Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
236<br />
el cruce con preguntas esenciales: “¿Por qué busca uno escribir poemas? ¿Acaso no<br />
basta con un número inmenso de poemas existentes, en cuya variedad podríamos<br />
encontrar la encarnación de nuestras inquietudes?”. En un momento significativo<br />
nos dice: “Volver a jugar es conquistar la vida en un segundo nacimiento” y ese<br />
camino resulta el fin versal de Juan Malpartida.<br />
El marco temporal que se establece para el inicio de su proceso creativo se incardina<br />
en 1990 con dos libros de poemas, Espiral y Gravitación, títulos que iban a<br />
enmarcar, según explica el autor marbellí, esta poesía reunida y que dan pie a una<br />
reflexión sobre las formas, el espacio y la temporalidad. Finalmente, la decisión se<br />
concreta en Huellas, que reúne los tres elementos anteriores más la adjetivación de<br />
lo frágil y lo sencillo. Desde el inicio se entrevén los valores de su creación: la oscilación<br />
entre verso y prosa, la métrica cuidada, el vocabulario preciso, la concentración<br />
reflexiva producida por “la tensión que se logra entre las cosas y los signos”,<br />
el asentamiento en lo indecible y el alejamiento de lo puramente anecdótico. Todas<br />
estas cuestiones y su realización textual recorren cada poema.<br />
Si en Espiral y Gravitación ya existe una fisonomía poética formada, el afianzamiento<br />
vendrá un año después con Bajo un mismo sol. Anteriormente se daba:<br />
“el acercamiento al poema como si fuera un lugar más que un objeto, donde el<br />
lector puede pasearse, escudriñando rincones antes no visitados que desasosiegan<br />
y perturban”, y ahora, en este libro de poemas publicado por la editorial mejicana<br />
El Tucán de Virginia (una constante, su relación literaria con Méjico), se añaden<br />
otras capas a los estratos pasados, me refiero a su inclinación hacia lo metapoético.<br />
Cuando aludo a este término lo hago desde el punto de vista crítico y epistemológico,<br />
que tan bien describiera el profesor Ramón Pérez en su ensayo Metapoesía y<br />
ficción: Claves de una renovación poética, y que a su vez refleja una manera brillante<br />
de marcar los límites del yo.<br />
Bajo un mismo sol lleva dos citas significativas, una del Poema de Gilgamesh, que<br />
recibe una breve reflexión en el epílogo, “Los días del tiempo”, como una nueva<br />
tensión, esta vez “entre tiempo y eternidad” y que engarza con la consideración<br />
del poema a modo de huellas; la otra de William Blake y subraya lo anteriormente<br />
comentado (además hay que añadir el influjo de otros poetas: Ezra Pound, Charles<br />
Tomlinson o T.S. Eliot). Sin embargo, esta influencia no se queda en los límites sino<br />
que se traspasa por medio de una ascendente transformación y sobre todo, desde<br />
ese yo que no escribe a partir de su nombre ni del todos los nombres, sino desde la<br />
ausencia de los mismos.<br />
Así nos lo dice en el poema “Ahora” de Canto rodado (1996). Este poemario<br />
supone el tercer libro de Juan Malpartida y expresa esa memoria pura sobre el<br />
instante de la muerte que representa la palabra y la identidad, que no es más que<br />
“contar la respiración de un pensamiento /contra sí mismo envuelto” y al mismo