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paso del tiempo, se muestran con toda su crudeza. Pero no se detiene la autora tan solo en<br />
el dolor sino que inyecta en cada poema una dosis curativa de esperanza, de movimiento.<br />
De esta manera nos muestra que los senderos de la vida “solo se recorren / con el pie extendido”,<br />
que a veces es necesario cruzar “al otro lado del río / y ver como el cauce cambia<br />
de dirección”. También hay lugar entre sus páginas para la denuncia social (“Preferidos”,<br />
“Mendigo”,…), para recordar a los que ya no están (poema al padre) e incluso para mirar<br />
directamente a los ojos de la muerte y lanzar un desafío “¿Y tú a qué esperas?”.<br />
Pero que nadie piense que estos “retales” conforman tan solo una amalgama de poemas,<br />
al contrario, el orden cuidado de la composición y la lógica entre temáticas y formas le dan<br />
un sentido estructural coherente al conjunto del poemario.<br />
Y como en todo viaje poco a poco llegamos al final del camino con la sensación de haber<br />
saboreado aquellos frutos de los que habla Eugenio Torijano en su magnífico prólogo y<br />
con la certeza de haber hallado entre los versos de Marian Calvo Castellanos un lugar para<br />
encontrarse.<br />
294<br />
Poesía inicial<br />
ernesto cardenal<br />
Ediciones Universidad Diego Portales, 2015<br />
“Y el ángel me dio un cheque del National City Bank”<br />
“Me contaron que estabas enamorada de otro hombre / y entonces me fui a mi cuarto / y<br />
escribí ese artículo contra el Gobierno / por el que estoy preso”. Apenas cuatro versos, pertenecientes<br />
a la sección octava del poema de Ernesto Cardenal Epigramas (1961), resumen<br />
amor y lucha en un impulso inversamente proporcional al de gran parte de la literatura<br />
hispanoamericana del siglo xx. Sinécdoque de las capacidades de un poeta (las armas y las<br />
letras), Epigramas nos devuelve al primer Cardenal, su reacción contra Somoza y sus inclinaciones<br />
políticas, siempre de la mano de una tristeza inconsolable: “Ésta será mi venganza: /<br />
Que un día llegue a tus manos el libro de un poeta famoso / y leas estas líneas que el autor<br />
escribió para ti / y tú no lo sepas”.<br />
Los primeros poemarios del sacerdote católico y activista social nicaragüense Ernesto<br />
Cardenal (1925) ya están disponibles en un único volumen gracias a Ediciones UDP y el<br />
recientemente publicado Poesía inicial (2015). El libro nos presenta al intelectual en todas<br />
sus facetas: revolucionario, espiritualista, cronista de la inhumanidad del hombre contra<br />
el hombre, visionario escalofriante, historiador cósmico. La lectura de Poesía inicial es la<br />
cartografía de un escritor esencial.<br />
Los poemas contemplativos, espirituales de Gethsemani, Ky (1960), fusionan las preocupaciones<br />
sociopolíticas de Cardenal con su vocación religiosa. El poeta mantiene su mirada<br />
atenta e incisiva, incluso cuando describe un lugar aparentemente anodino, como en “Flaget<br />
Memorial Hospital”, composición que denuncia los estragos del capitalismo rampante: “…<br />
los autobuses urbanos, el camión de Coca-cola, / los taxis, los extraños automóviles de colores,<br />
/ pasan tras el vidrio silenciosos como peces”. Sus Salmos (1964) trazan a un mismo<br />
tiempo la evolución del universo, la Tierra, y la humanidad: “Alabad al Señor en el cosmos