para sus propios hijos con amores compartidos
V%C3%ADnculos-y-des-encuentros-en-la-Familia-Latinoamericana-parentalidad-y-divorcio-Libro_completo
V%C3%ADnculos-y-des-encuentros-en-la-Familia-Latinoamericana-parentalidad-y-divorcio-Libro_completo
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
La Padrectomía y el maltrato: la necesidad de un nuevo trato<br />
teniéndose y aborreciendo al otro. Han decidido a luz vista inmortalizar la<br />
muerte de la pareja, andan por la vida cargando <strong>con</strong> despojos de lo que en<br />
algún momento fueron como amantes; acarrean sobre sí mismos un cadáver<br />
que muestran en público <strong>para</strong> cubrir su proyección social y <strong>sus</strong> frustradas<br />
aspiraciones de tiempos inmemoriales. Intentan mostrar la pareja que no<br />
son por la desdicha de tener que compartir la vida <strong>con</strong> quien se aborrece. El<br />
divorcio sin se<strong>para</strong>ción <strong>con</strong>stituye una dilación innecesaria del sufrimiento,<br />
pero disimulado, <strong>con</strong> la cara pintarrajeada de colores inexistentes y burdos<br />
a la vez que camina a la autodestrucción. Su rostro retocado <strong>con</strong> estoicismo<br />
y obcecación acicalada, parece permitirles vivir el embrujo de que nadie se<br />
dé cuenta de lo que todo el mundo se ha percatado. Hasta <strong>sus</strong> <strong>propios</strong> <strong>hijos</strong><br />
a menudo suelen preguntarse ¿por qué no se se<strong>para</strong>n de una vez por todas?<br />
116<br />
Los integrantes de esa pareja sumergida en el divorcio sin se<strong>para</strong>ción<br />
son personas que enarbolan las banderas del desquite, del no te saldrás<br />
<strong>con</strong> la tuya, donde el individualismo, la altivez y la arrogancia son lo<br />
regular. Donde las furtivas manipulaciones de lo mucho que yo sufro, por<br />
tu culpa no puedo ser feliz son realidad de una cotidiana y lamentable existencia.<br />
Su vida es un <strong>con</strong>stante lamento explícito o silencioso, pero sollozo<br />
al fin y al cabo. Poseen una visión lastimera de sí mismos y anhelan una<br />
vida diferente pero no hacen nada por <strong>con</strong>seguirla, todos <strong>sus</strong> esfuerzos están<br />
dirigidos a proyectar culpabilidad en el otro, hacerlo sentir responsable del<br />
descalabro familiar y de pareja.<br />
Cada uno suele manipular al otro <strong>con</strong> <strong>sus</strong> mejores artes de farsa y<br />
comedia, aún sin que sea totalmente <strong>con</strong>sciente… o siéndolo, da igual, el fin<br />
es obligarlo a ceder y sentir que su proyecto ha sido una derrota en la que<br />
uno fue arrastrado y hundido, lo cual genera en este cierta satisfacción perversa<br />
porque aquel proyecto impuesto fue un fracaso del otro, jamás propio.<br />
Surge entonces la posibilidad de que emerja la satisfacción por una victoria<br />
frívola e intrascendente, que no permite avizorar el fracaso de ambos, el<br />
fracaso colectivo y no individual, donde se arrastra a los niños de ambos.<br />
Muy a menudo, en los procesos terapéuticos de parejas que llegan<br />
a <strong>con</strong>sulta divorciados sin se<strong>para</strong>rse, nos hemos sentido <strong>con</strong>minados a creer<br />
que nada alienta más, nada estimula más a estas personas que percibir que<br />
el otro fracasa, que es un derrotado, sin percatarse que ambos naufragan en<br />
esa siniestra jugada. Arrastran su plana existencia de puertas adentro del<br />
hogar (lo que <strong>con</strong>trasta <strong>con</strong> el fingido bienestar exhibido puertas afuera)<br />
culpando y acusando de manera explícita o implícita al otro por la aflicción,