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para sus propios hijos con amores compartidos

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Jorge L. Ferrari<br />

Desde a la <strong>con</strong>cepción y el embarazo<br />

Desde la <strong>con</strong>cepción y el embarazo puede haber relaciones difíciles,<br />

mala comunicación, poca recepción, escasa empatía, entre el futuro<br />

bebé y <strong>sus</strong> Padres (y/o entre ellos, lo que repercutirá de manera directa y<br />

trascendente en la vida (o muerte) del nuevo ser en gestación.<br />

Peleas en la pareja, situaciones no adecuadas <strong>para</strong> el buen desarrollo<br />

del embarazo, comportamientos peligrosos o nocivos, todo esto puede<br />

venir desde el principio o aparecer en esos largos nueve meses.<br />

Luego, cuando ya está el bebé en casa, los enormes cambios que<br />

esto produce en la vida (en particular <strong>con</strong> el primer hijo) ciertas veces no<br />

son bien recibidos por <strong>sus</strong> Padres; ya sea por la pérdida de su libertad de<br />

movimientos, por la responsabilidad que “de repente” sienten sobre <strong>sus</strong><br />

hombros, o por otras causas. Es así que ya desde el comienzo, situaciones<br />

como los extraños ritmos de sueño del bebé, los llantos prolongados, los<br />

cambios en cada uno de los progenitores, pueden generar estados alterados<br />

y enojos temporales o <strong>con</strong>stantes.<br />

Calmar la tempestad (Stern, 2012) así le llama este psiquiatra y<br />

docente, a la virtud que tienen los Padres <strong>para</strong> tranquilizar a <strong>sus</strong> pequeños,<br />

cuando estos lloran. Se acercan, les hablan, los acarician y tratan de ver qué<br />

es lo que sucede: si hay que cambiarlo, darle de comer o simplemente quieren<br />

un poco de compañía. Cuando hay buen entendimiento, la tempestad se<br />

calma, pero si el llanto del niño no es respondido o lo hacen <strong>con</strong> gritos, el<br />

proceso interno del bebé será diferente.<br />

153<br />

Otra señal de alerta, de posibles maltratos a futuro, es cuando vemos<br />

una búsqueda <strong>con</strong>stante de liberarse de “la carga” que significa la criatura,<br />

<strong>con</strong> terceras personas: abuelas, hermanos, el otro progenitor, vecinas,<br />

empleadas. Cuando se busca disminuir al máximo el <strong>con</strong>tacto (no he querido<br />

referirme a las vicisitudes del amamantamiento porque esto es algo muy<br />

específico y trascendente por lo que merecería de estudios más en profundidad,<br />

pero que no quepa duda que ahí pasan y dejan de pasar muchísimas<br />

cosas en todo el entramado de vínculos que está estableciendo el recién<br />

nacido). Puede también que le hagan pasar mucho tiempo solo y que esto<br />

sea vivido como primeras sensaciones de abandono. Tal vez no lo aperciba<br />

así porque lo sientan frente a un televisor (el chupete electrónico), pero que<br />

se entretenga y no llore, no quita que el abandono exista.

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