para sus propios hijos con amores compartidos
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A) El maltrato a los niños Comienza antes del primer golpe<br />
jabón. A Los Padres autoritarios esa independencia en vez de alegrarlos,<br />
por producirse naturalmente, los noquea de manera violenta, <strong>con</strong> la misma<br />
violencia <strong>con</strong> que fue “educado” el hijo o la hija. Con esto no queremos<br />
decir que no debamos “encaminar” a nuestros <strong>hijos</strong>, pero debemos hacerlo<br />
entendiendo “qué es” lo que sucede en su interior; y <strong>con</strong> inteligencia, de<br />
modo tal, que ese “camino” sea el de desarrollar <strong>sus</strong> potencialidades y su<br />
autonomía.<br />
Educación rica y positiva<br />
El niño <strong>para</strong> crecer, <strong>para</strong> lograr esa enorme evolución entre los<br />
cero y los tres cuatro o seis años, necesita de experiencias, de materias primas<br />
diversas. Necesita jugar, experimentar, probar, equivocarse. Si no se lo<br />
permitimos, lo hará igual, pero a <strong>con</strong>tra pelo, recibiendo gritos y palizas de<br />
parte nuestra.<br />
160<br />
A modo de ejemplo, recordemos las mantas <strong>con</strong> distintas texturas<br />
<strong>para</strong> que los bebés jueguen. Son excelentes. ¿Cómo el lactante va a aprender<br />
lo que es suave, áspero, frío, blando, duro, si no lo experimenta, si no prueba<br />
una y cien veces cada uno y varios a la vez? Cuando no lo dejamos que<br />
toque nada, ni le damos cosas <strong>para</strong> que agarre, <strong>para</strong> que juegue, le estamos<br />
empobreciendo su aprendizaje, y si encima lo retamos cuando quiere tocar,<br />
acariciar, chupar: lo que aprende es que no debe ser inquieto, no debe investigar,<br />
no debe querer saber. Mejor no proponerse nada, porque si no lo retan,<br />
lo insultan, lo menosprecian, lo tratan de tarado, le gritan o…le pegan.<br />
Luego se extrañan si la maestra en la escuela les dice: “no quiere aprender,<br />
tiene una actitud ausente”. Le enseñaron y aprendió a NO APRENDER.<br />
Aprendió que lo nuevo, lo des<strong>con</strong>ocido: venía <strong>con</strong> dolor, <strong>con</strong> sufrimiento,<br />
<strong>con</strong> gritos.<br />
Vayamos viendo adónde nos lleva la violencia, adónde nos llevan<br />
los gritos y golpes (por suaves que sean) cuando el niño recién es un bebé<br />
que comienza a moverse.<br />
Más daño psíquico que físico<br />
“Le doy unos golpes suavecitos, ¿quién puede querer hacer daño<br />
a un bebé?” dice una madre <strong>con</strong> una sonrisa esperando que uno comparta el