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El inversor inteligente - Benjamin Graham

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INVERTIR EN FONDOS DE INVERSIÓN<br />

reducido), con unas grandes y espectaculares variaciones de precios y<br />

muchos seguidores especuladores. <strong>El</strong> fondo consiguió una ganancia general<br />

del 38,6% en 1967, en comparación con el 11% del índice compuesto S&P.<br />

No obstante, a partir de ese momento sus resultados dejaron mucho que<br />

desear, como se muestra en la tabla 9.2.<br />

La cartera del Manhattan Fund a finales de 1969 era heterodoxa, por<br />

no decir otra cosa. Es un hecho extraordinario que dos de sus mayores<br />

inversiones estuviesen concentradas en empresas que solicitaron la quiebra<br />

en un plazo de seis meses a partir de aquel momento, y que una tercera<br />

tuviese que enfrentarse a demandas de sus acreedores en 1971. Otro hecho<br />

extraordinario es que las acciones de por lo menos una de esas empresas<br />

condenadas a la desaparición fuesen compradas no sólo por fondos de<br />

inversión, sino también por fondos de becas universitarias, por los<br />

departamentos de fondos de fideicomiso de las grandes instituciones<br />

bancarias y similares. * Un tercer hecho extraordinario es que el gestor<br />

fundador del Manhattan Fund vendiese sus acciones de otra sociedad de<br />

gestión constituida por separado a otra gran empresa por más de 20<br />

millones de dólares en acciones de su capital; en aquel momento la<br />

sociedad de gestión había vendido menos de un millón de dólares en<br />

activos. Indudablemente, se trata de una de las mayores divergencias de<br />

todos los tiempos entre los resultados obtenidos por el «gestor» y por los<br />

«gestionados».<br />

Un libro publicado a finales de 1969 2 ofrece los perfiles de<br />

diecinueve personas «que son el máximo exponente de la genialidad en el<br />

exigente juego de gestionar miles de millones de dólares pertenecientes a<br />

otras personas». En resumen, nos indicaba adicionalmente, que «son<br />

jóvenes... algunos ganan más de un millón de dólares al año... son una<br />

nueva raza de financieros... sienten una absoluta fascinación por el<br />

mercado... tienen una espectacular capacidad para encontrar a los<br />

ganadores». Podemos obtener una idea bastante ajustada de los logros de<br />

este grupo de genios si examinamos los resultados publicados por los<br />

fondos que gestionan. Existen resultados directamente disponibles de los<br />

fondos gestionados por doce de las diecinueve personas que eran<br />

mencionadas en The Money Managers. Como cabía esperar, consiguieron<br />

unos buenos resultados en 1966, y unos resultados brillantes en 1967. En<br />

1968 su rendimiento seguía siendo bueno en conjunto, aunque con altibajos<br />

* Una de las «empresas condenadas a la desaparición» a las que hace referencia <strong>Graham</strong> era National<br />

Student Marketing Corp., una organización fraudulenta que impostaba ser una sociedad, cuya historia fue<br />

brillantemente narrada por Andrew Tobias en The Funny Money Game (Playboy Press, Nueva York,<br />

1971). Entre los supuestamente sofisticados <strong>inversor</strong>es que fueron timados por el carismático fundador de<br />

NSM,<br />

Cort Randell, estaban los fondos de becas y donaciones de Comell y Harvard y los departamentos de<br />

trusts de bancos tan prestigiosos como Morgan Guaranty y Bankers Trust<br />

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