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El inversor inteligente - Benjamin Graham

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EL INVERSOR INTELIGENTE<br />

dividendos perdieron menos que aquellas que no pagaban dividendo a<br />

finales de 1968. En esta medida, los resultados ratifican nuestra<br />

recomendación de que las acciones elegidas cumplan una combinación de<br />

criterios cuantitativos o tangibles.<br />

Por último, deberíamos comentar algo sobre los muy deficientes<br />

resultados cosechados por nuestras listas en conjunto en comparación con<br />

el historial de cotización del Índice compuesto S&P. Este último está<br />

ponderado en función del tamaño de cada empresa, mientras que nuestras<br />

pruebas se basan en la adquisición de una acción de cada empresa.<br />

Evidentemente, la mayor importancia atribuida a las empresas de gran<br />

tamaño por parte del método empleado por S&P tuvo una gran importancia<br />

en los resultados, y vuelve a destacar una vez más su mayor estabilidad de<br />

precio en comparación con las empresas corrientes y molientes.<br />

Acciones de ocasión, o acciones de activo circulante neto<br />

En las pruebas de las que hemos hablado anteriormente no hemos<br />

incluido los resultados de comprar 30 acciones de 30 empresas a precios<br />

inferiores al valor de su activo circulante neto. <strong>El</strong> motivo es que en el mejor<br />

de los casos sólo se habría encontrado un puñado de acciones de ese tipo en<br />

la Guía de Acciones a finales de 1968. Sin embargo, la situación cambió<br />

con el declive de 1970, y en los puntos de cotización mínima de ese<br />

ejercicio habría sido posible adquirir un considerable número de acciones<br />

ordinarias por debajo del valor de su capital de explotación. Siempre ha<br />

parecido, y de hecho sigue pareciendo, ridículamente sencillo afirmar que<br />

si es posible adquirir un grupo diversificado de acciones ordinarias a un<br />

precio inferior al simple valor aplicable del activo circulante neto, después<br />

de deducir todo el exigible previo, y contabilizando a valor cero los activos<br />

fijos y de otra naturaleza, los resultados tendrían que ser bastante<br />

satisfactorios. Lo han sido, en nuestra experiencia, durante más de 30 años,<br />

por ejemplo entre 1923 y 1957, excluido el período realmente difícil de<br />

1930-1932.<br />

¿Tiene este método alguna relevancia a principios de 1971? Nuestra<br />

respuesta sería un «sí» con ciertas condiciones. Un rápido repaso de la<br />

Guía de Acciones permitiría descubrir acciones de unas 50 o más empresas<br />

que aparentemente se podían comprar por un valor igual o inferior al de su<br />

activo circulante neto. Como cabría esperar, buena parte de estas empresas<br />

habían tenido unos resultados deficientes en el difícil ejercicio de 1970. Si<br />

eliminamos a las que habían declarado una pérdida neta en el último<br />

período de 12 meses, seguiríamos teniendo una lista suficientemente<br />

grande para configurar una tabla diversificada.<br />

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