El caso de Cristo
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INTR<br />
e toda una vida<br />
En la jerga <strong>de</strong> los fiscales, el <strong>caso</strong> por intento <strong>de</strong> homicidio contra<br />
James Dixon era «un ganador seguro». Caso cerrado. Incluso un<br />
examen somero <strong>de</strong> la evi<strong>de</strong>ncia era suficiente para establecer que<br />
Dixon le había disparado al sargento Richard Scanlon en el abdomen<br />
durante una revuelta en la zona sur <strong>de</strong> Chicago.<br />
Una pieza tras otra, un elemento tras otro, un testigo tras otro, la<br />
evi<strong>de</strong>ncia le ponía la soga al cuello a Dixon. Había huellas dactilares<br />
y un arma, testigos y un motivo, un policía herido y un acusado con<br />
un historial <strong>de</strong> violencia. <strong>El</strong> sistema <strong>de</strong> justicia penal estaba en posíci6n<br />
para accionar la palanca <strong>de</strong>l patíbulo que <strong>de</strong>jaría a Dixon colgado<br />
por el peso <strong>de</strong> su culpa.<br />
Los hechos eran sencillos. <strong>El</strong> sargento Scanlon se había<br />
apresurado a llegar a la calle 108 Place <strong>de</strong>l oeste luego <strong>de</strong> que un<br />
vecino llamara a la policía para <strong>de</strong>nunciar a un hombre con una pistola.<br />
Al llegar Scanlon encontr6 a Dixon discutiendo acaloradamente<br />
con su novia, quien se hallaba tras la puerta <strong>de</strong> su casa. <strong>El</strong> padre salio<br />
cuando vio a Scanlon, pensando que estaría seguro.<br />
De pronto Dixon y el padre comenzaron a pelear. <strong>El</strong> sargento<br />
intervino rápidamente en un intento por separarlos. Se escuch6 un<br />
disparo; Scanlon se apart6 tambaleándose con una herida en la secci6n<br />
media. En ese momento llegaron dos patrullas más que frenaron<br />
estrepitosamente, y los oficiales corrieron a sujetar a Dixon.<br />
Encontraron cerca <strong>de</strong> allí un revólver calibre veintidós<br />
perteneciente a Dixon (con sus huellas digitales, con el cual se había<br />
hecho un disparo), en el lugar don<strong>de</strong> aparentemente lo había arrojado<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l tiroteo. <strong>El</strong> padre había estado <strong>de</strong>sarmado; el revólver<br />
<strong>de</strong> Scanlon permanecía en su cartuchera. Las quemaduras <strong>de</strong> pólvora<br />
en la piel <strong>de</strong> Scanlon indicaban que se le había disparado a muy corta<br />
distancia.<br />
Afortunadamente, la herida no era <strong>de</strong> muerte aunque resulto lo<br />
suficientemente seria como para hacerle ganar una medalla al valor,<br />
que le coloc6 en el pecho el propio superinten<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> policía. En<br />
cuanto a Dixon, cuando la policía investig6 sus antece<strong>de</strong>ntes penales,<br />
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