El caso de Cristo
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152 EL CASO DE CRISTO<br />
para <strong>de</strong>scubrir exactamente qué dijo y qué hizo el criminal. A partir<br />
<strong>de</strong> esas pistas (producto residual <strong>de</strong>l comportamiento <strong>de</strong> la persona)<br />
<strong>de</strong>duce la composición sicológica <strong>de</strong>l individuo.<br />
Volvamos a Jesús: sin dialogar con él, ¿cómo podríamos ahondar<br />
en su mente para <strong>de</strong>terminar sus motivaciones, sus intenciones<br />
y su percepción <strong>de</strong> sí mismo? ¿C6mo sabemos quién pensaba que<br />
era y cuál entendía que era su misión?<br />
La pregunta <strong>de</strong> qué pensaba Jesús acerca <strong>de</strong> sí mismo es central.<br />
Algunos profesores sostienen que el mito <strong>de</strong> la <strong>de</strong>idad <strong>de</strong><br />
Jesús fue impuesto en la tradición <strong>de</strong> Jesús por seguidores fanáticos<br />
muchos años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su muerte. <strong>El</strong> Jesús real, según creen<br />
estos profesores, se revolvería en su tumba si supiera que la gente<br />
lo estuviera adorando. Si se eliminan las leyendas y se va a los<br />
primeros materiales acerca <strong>de</strong> él, dicen que nos encontraremos<br />
con que nunca aspiró a ser más que un maestro itinerante y un<br />
agitador ocasional <strong>de</strong>l populacho.<br />
Sin embargo, ¿tienen a la evi<strong>de</strong>ncia histórica <strong>de</strong> su lado? Para<br />
averiguarlo, volé a Lexington, Kentucky, y manejé por los caminos<br />
sinuosos a lo largo <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> ranchos <strong>de</strong> caballos muy pintorescos,<br />
para rastrear al erudito cuyo aclamado libro, The Christology<br />
01 [esus [La <strong>Cristo</strong>logía <strong>de</strong> Jesús], confronta este tema<br />
precisamente.<br />
LA SEXTA ENTREVISTA: DR. BEN WITHERINGTON III<br />
<strong>El</strong> pequeñó Wilmore, Kentucky, no se <strong>de</strong>staca mucho, salvo por<br />
Asbury Theological Seminary, don<strong>de</strong> encontré la oficina <strong>de</strong> Ben<br />
Witherington en el cuarto piso <strong>de</strong>l edifico estilo colonial ubicado<br />
sobre la calle principal <strong>de</strong> la comunidad rustica. Con la gracia <strong>de</strong><br />
la hospitalidad <strong>de</strong> un caballero sureño, el nativo <strong>de</strong> Carolina <strong>de</strong>l<br />
norte me ofreci6 una silla cómoda y un poco <strong>de</strong> café mientras nos<br />
sentábamos para discutir quién creía ser Jesús <strong>de</strong> Nazaret.<br />
<strong>El</strong> tema era territorio familiar para Witherington, cuyos libros<br />
incluyen [esus the Sage [Jesús el Sabio]; The Many Faces 01the<br />
Christ [Las muchas caras <strong>de</strong>l <strong>Cristo</strong>]; The [esus Quest [En la<br />
búsqueda <strong>de</strong> Jesús]; [esus, Paul, and the End ofthe World [Jesús,<br />
Pablo y el fin <strong>de</strong>l mundo]; y Women in the Ministry 01 [esus<br />
[Mujeres en el ministerio <strong>de</strong> Jesús]; y cuyos artículos sobre Jesús<br />
aparecen en diccionarios especializados y publicaciones académicas.<br />
La prueba <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad 153<br />
Se educó en Gordon-Conwell Theological Seminary (maestría<br />
en divinida<strong>de</strong>s con máximos honores) y en la Universidad <strong>de</strong><br />
Durham en Inglaterra (doctorado en teología con énfasis en el<br />
Nuevo Testamento). Witherington ha enseñado en Asbury, Ashland<br />
Theological Seminary, en Divinity School <strong>de</strong> la Universidad<br />
<strong>de</strong> Duke, y en Gordon-Conwell. Sus membresías incluyen la<br />
Sociedad para el Estudio <strong>de</strong>l Nuevo Testamento, la Sociedad <strong>de</strong><br />
Literatura Bíblica y el Instituto <strong>de</strong> Investigación Bíblica.<br />
Hablando claramente y pausadamente, sopesando sus palabras<br />
con cuidado, Witherington <strong>de</strong>finitivamente sonaba como un<br />
erudito; sin embargo, su voz traicionaba una evi<strong>de</strong>nte corriente<br />
profunda <strong>de</strong> fascinación, incluso reverencia, por su materia. Esta<br />
actitud fue más evi<strong>de</strong>nte cuando me llevó a conocer un estudio <strong>de</strong><br />
alta tecnología don<strong>de</strong> había estádo mezclando imágenes <strong>de</strong> Jesús<br />
con canciones cuyas letras iluminan la compasión, el sacrificio,<br />
lo humano y la majestad <strong>de</strong> su vida y ministerio.<br />
Para un erudito que escribe una prosa plena <strong>de</strong> notas, matizada<br />
con cuidado y <strong>de</strong> precisión académica sobre las cuestiones<br />
técnicas en tomo a Jesús, este matrimonio artístico <strong>de</strong> música y<br />
vi<strong>de</strong>o es una salida poética para explorar la faceta <strong>de</strong> Jesús que<br />
solo las artes creativas pue<strong>de</strong>n acercarse a capturar.<br />
De regreso en la oficina <strong>de</strong> Witherington, <strong>de</strong>cidí comenzar a<br />
examinar la cuestión <strong>de</strong> Jesús y su percepción propia con una pregunta<br />
que a menudo surge en la mente <strong>de</strong> los lectores cuando se<br />
encuentran con los Evangelios por primera vez.<br />
-La verdad es que Jesús era un poco misterioso acerca <strong>de</strong><br />
su i<strong>de</strong>ntidad, ¿no es así? -pregunté mientras Witherington se<br />
ubicaba en una silla frente a mí-o Tendía a evitar proclamar<br />
abiertamente que era el Mesías, el Hijo <strong>de</strong> Dios. ¿Era porque no<br />
se concebía en esos términos o porque tenía otras razones?»<br />
-No, no es porque no se concebía en esos términos<br />
-respondi6 Witherington mientras se acomodaba en la silla y se<br />
cruzaba <strong>de</strong> piernas-o Si hubiera anunciado simplemente: "Hola,<br />
muchachos; soy Dios" eso se hubiera entendido como "Soy Yahvé"<br />
porque los judíos <strong>de</strong> ese tiempo no tenían la noción <strong>de</strong> la trinidad.<br />
Solo conocían a Dios el Padre, al que llamaban Yahvé, y no a Dios<br />
el Hijo ni a Dios Espíritu Santo.<br />
»De modo que si alguien dijera que era Dios, no habría tenido<br />
sentido para ellos y se habría visto como una blasfemia flagrante.