El caso de Cristo
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194 EL CASO DE CRISTO<br />
con eso sería que lo ejecutaran. En cambio, le dice a Filemón que<br />
más le vale que trate a Onésimo comoun hermano en <strong>Cristo</strong>, como<br />
trataría al propio Pablo. Y luego, para <strong>de</strong>jar el asunto bien en<br />
claro, Pablo enfatiza: "Recuerda, me <strong>de</strong>bes lo que eres por causa<br />
<strong>de</strong>l evangelio."<br />
»EI <strong>de</strong>rrocamiento <strong>de</strong> la esclavitud, entonces, es mediante la<br />
transformación <strong>de</strong> hombres y mujeres mediante el evangelio en<br />
vez <strong>de</strong> simplemente cambiar un sistema económico. Todos vimos<br />
lo que pue<strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r cuando simplemente se <strong>de</strong>rriba un sistema<br />
económico y se impone un nuevo or<strong>de</strong>n. <strong>El</strong> sueño comunista era<br />
tener un "hombre revolucionario" seguido por el "nuevo hombre".<br />
<strong>El</strong> problema es que nunca encontraron al "nuevo hombre". Se<br />
<strong>de</strong>shicieron <strong>de</strong> los opresores <strong>de</strong> los campesinos pero eso no significó<br />
que los campesinos fueron libres <strong>de</strong> repente, simplemente<br />
quedaron bajo un nuevo régimen <strong>de</strong> oscuridad. En el análisis final,<br />
si uno quiere un cambio dura<strong>de</strong>ro, hay que transformar los corazones<br />
<strong>de</strong> los seres humanos. Y esa fue la misión <strong>de</strong> Jesús.<br />
»También vale la pena formular la pregunta que plantea Sowell:<br />
¿cómose <strong>de</strong>tuvo la esclavitud? Él señala que el ímpetu impulsor<br />
a favor <strong>de</strong> la abolición <strong>de</strong> la esclavitud fue el <strong>de</strong>spertar<br />
evangélico en Inglaterra. Los cristianos empujaron la abolición a<br />
través <strong>de</strong>l Parlamento a principios <strong>de</strong>l siglo XIX y finalmente utilizaron<br />
las cañoneras británicas para frenar el comercio <strong>de</strong><br />
esclavos a través <strong>de</strong>l Atlántico.<br />
»Si bien había alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> once millones <strong>de</strong> africanos que<br />
se embarcaban hacia América (y muchos no lo lograban), había<br />
alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> trece millones <strong>de</strong> africanos que se embarcaban para<br />
ven<strong>de</strong>rlos como esclavos en el mundo árabe. Nuevamente, fueron<br />
los británicos quienes, impulsados por personas cuyo corazón<br />
había sido transformado por <strong>Cristo</strong>, enviaron sus cañoneras al<br />
Golfo Pérsico para oponerse a ello.<br />
La respuesta <strong>de</strong> Carson tenía sentido no solo históricamente<br />
sino en mi propia experiencia. Por ejemplo, años atrás conocí a<br />
un empresario que era un racista rabioso con una actitud <strong>de</strong> superioridad<br />
hacia cualquier persona <strong>de</strong> otro color. Apenas se esforzaba<br />
por disimular su <strong>de</strong>sprecio por los afro americanos y permitía<br />
que su bilis <strong>de</strong> intolerancia se vertiera en chistes groseros y<br />
comentarios cáusticos. Ninguna cantidad <strong>de</strong> argumentos podía<br />
disuadirlo <strong>de</strong> sus opiniones repugnantes.<br />
La prueba <strong>de</strong>l perfil 195<br />
Luego se convirtió en seguidor <strong>de</strong> Jesús. Y me sorprendí al<br />
ver que sus actitu<strong>de</strong>s, su perspectiva y sus valores cambiaron con<br />
el tiempo a medida que su corazón era renovado por Dios. Llegó<br />
a darse cuenta <strong>de</strong> que ya no podía albergar mala voluntad contra<br />
ninguna persona dado que la Biblia enseña que todos somos<br />
hechos a imagen <strong>de</strong> Dios. Hoy puedo <strong>de</strong>cir con sinceridad que él<br />
es genuinamente preocupado y acogedor con los <strong>de</strong>más incluso<br />
con aquellos que son diferentes <strong>de</strong> él.<br />
Las leyes no lo cambiaron. Larazón no lo cambió. Los recursos<br />
emocionales no lo cambiaron. Él les dirá que Dios lo cambió<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> a<strong>de</strong>ntro hacia fuera, <strong>de</strong>cisiva, completa y permanentemente.<br />
Ese es uno <strong>de</strong> los muchos ejemplos <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l evangelio que he<br />
presenciado y que Carson menciona: el po<strong>de</strong>r para transformar<br />
gente vengativa y llena <strong>de</strong> odio en humanitarios, avariciosos <strong>de</strong><br />
duro corazón en gente dadivosa con un corazón tierno, traficantes<br />
<strong>de</strong> po<strong>de</strong>r en siervos abnegados, y gente que explota los <strong>de</strong>más (a<br />
través <strong>de</strong> la esclavitud u otra forma <strong>de</strong> opresión), en gente que<br />
acepta a todos.<br />
Esto encuadra con10 que el apóstol Pablo expresó en Gálatas<br />
3:28: «No hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer,<br />
sino que todos uste<strong>de</strong>s son uno solo en <strong>Cristo</strong> Jesús».<br />
RESPONDE ALBOCETO DE DIOS<br />
La charla con Carson, que a veces era en tonos enérgicos, duró<br />
dos horas y ocupó más cintas <strong>de</strong> las que podían caber en este capítulo.<br />
Me encontré con que sus respuestas eran bien razonadas y <strong>de</strong><br />
soli<strong>de</strong>z teológica. Al final, sin embrago, cómo funciona la encarnación:<br />
cómo el Espíritu se hace carne, sigue siendo un concepto<br />
sobrecogedor.<br />
Aun así, según la Biblia, el hecho <strong>de</strong> que sí ocurrió no admite<br />
duda. Cada atributo <strong>de</strong> Dios, afirma el Nuevo Testamento, se<br />
encuentra en Jesucristo:<br />
• ¿Omnisciencia? En Juan 16:30 el apóstol Juan <strong>de</strong>clara<br />
acerca <strong>de</strong> Jesús: «Ya po<strong>de</strong>mos ver que sabes todas las<br />
cosas.»<br />
• ¿Omnipresencia? Jesús dijo en Mateo 28:20: «Y les aseguro<br />
que estaré con uste<strong>de</strong>s siempre, hasta el fin <strong>de</strong>l