josé da silva carvalho - DSpace CEU

nao podendo o governo inglez, com justiça, obstar a que S. M. C. arrancasse
a bandeira da rebelliáo, alçada por D. Carlos na fronteira de Portugal, conviria
muito mais á Inglaterra que este ponto se resolvesse com ella do que sem ella:
«Indeciso algún tanto dejó al ministro británico mi declaración; mas aunque
insistiese en las dificultades parlamentarias, sobre que había fundado anteriormente
la negativa, obtuve de él sin embargo una respuesta, que si bien evasiva
en el fondo, fué completamente satisfactoria acerca de dar cuenta de todo al
consejo de gabinete, y tomar en seria consideración una nota que le indiqué me
proponia pasarle para dar al asunto un carácter de regularidad oficial que
produjese una resolución oficial también, y en la cual le propondría la idea que
le anunció en la conferencia, idea sola y esclusivamente mia, de bacer un tratado
entre la Inglaterra, España y D. Pedro, en virtud del cual, si el gobierno inglés
no podia ayudarnos con medios materiales, nos ayudase al menos con su apoyo
moral»
Esta soluçao era a mais desojada pela Hespanba, a quem muito repugnava
o reapparecimento da bandeira franceza sobre o seu territorio, e combiuava-se
inteiramente com a vontade do governo portuguez, que vae ordenar, no dia 11, a
Moracs Sarmentó, que cesse de pedir a interveucáo armada da Inglaterra.
No mesmo dia i) em que se rcalisou esta conferencia do marquez de Miraflores
com lord Palmerston, teve este ministro urna conversa com o plenipotenciario
portuguez, em que mais urna vez deixou transparecer nao só o ciume que lhe
causava a interveucáo bespanbola em Portugal, mas tambem a intencáo de, pelo
menos, a demorar; por isso que aflirmava que nao deveria nom poderia levar-se
por deante sem o consentimento de Portugal e por effeito de urna couvençao.
Sarmentó, que nao podia adivinbar a coutra-ordem que dois dias depois se lhe
mandaría de Lisboa, julgou a occasiáo boa para instar no pedido de interveucáo
da Inglaterra. Lord Palmerston respondou-lhe: «C'cst saus doute ce qu'il y a de
mieux, et nous verrons ce qu'on peut faire».
Teve lord Palmerston conselho de ministros nos dias 10 e 11, em que se
discutiu a nota de Miraflores e o pedido de Moraes Sarmentó.
«El 12 por la mañana (conta o marquez de Miraflores), fui citado por el
vizconde de Palmerston,. . . Levantóse de su silla el ministro de relaciones
exteriores de la Gran Bretaña y saliéndome al encuentro y dándome afectuosamente
la mano, me dijo estas precisas palabras: — Felicito á V., sr. Marqués:
V. ha cambiado con su nota la política del gabinete: V. ha hecho mas en tres dias,
ha obtenido mas que yo habia podido obtener en muchos meses: la palabra de
intervención en Portugal va á ser pronunciada. La idea de V. de hacer un tratado
ha sido acogida. ¿Cuándo podremos hablar de los términos en que debe verificarse?
Contestóle que cuando quisiese, y al dia siguiente se establecieron las
bases» 2
.
De facto, no dia seguinte, lord Palmerston conferenciou successivamente com
Talleyrand, Miraflores e Moraes Sarmentó. O desojo de lord Palmerston foi que
se pedisse á Franca a sua adhesao ao tratado. Era o complemento da sua política
na Peninsula. Miraflores achava muito pouco, e entendía que aquella nacáo devia
•entrar como parte contratante; mas nao se atreveu a desenvolver a sua opiniao
1
Marquez de Miraflores, Memorias, tom. i, pag. 40.
*S pag. 47.