Sistemas productivos locales en México y España, sus estrategias ...

en los dos focos industriales: el País Vasco (carrocería, motores y fundición) y Cataluña, sobre todo
en Barcelona, (componentes eléctricos y accesorios, carrocerías y motores) (Margalef, 2004, p.50).
La empresa Seat (Sociedad Española de Automóviles de Turismo) se funda en 1950, pero
no empieza a producir sino hasta 1953. Surge en el marco del modelo autárquico, base de la
incipiente industrialización española de posguerra, impulsada por el Instituto Nacional de Industria
INI (51%), los banqueros españoles (43%) y la empresa Fiat, principal productor de automóviles en
Italia (7%) (Vid. http://www.historiaseat.com).
Como puede apreciarse en ambos países, la industria automotriz surge en los albores de
procesos nacionales de industrialización impulsados por el Estado. En España, el sector es
promovido dentro del marco del “modelo autárquico industrial” que responde a una política
nacionalista que tenía como objetivo aislar a los mercados españoles de la competencia
internacional con el fin de fortalecer la producción local y lograr su autoabastecimiento. Dicho
modelo propició una política industrial fuertemente intervencionista que otorgó estímulos a las
industrias de interés nacional, entre ellas la industria automotriz. En México, la industria automotriz
se impulsa dentro del modelo de “industrialización por sustitución de importaciones” (ISI), el cual
se consolida después de las dos posguerras mundiales. Dicho modelo, dirigido en una primera etapa
por el Estado, impulsó el desarrollo industrial del país y dinamizó el mercado interno.
Etapa 2:
En México, durante el periodo que va de 1950 a 1980, se profundiza la política de
industrialización a través de diversos decretos de carácter proteccionistas para la industria
mexicana. Para la industria automotriz, se establecieron un mayor número de plantas armadoras y
varias empresas de autopartes de diferentes tamaños, todas instaladas en la Ciudad de México y sus
alrededores. Este patrón de localización concentró a las empresas automotrices en la región central
del país. Con un modelo de producción fordista, empleaba abundante mano de obra escasamente
calificada y tenía un mercado segmentado y jerarquizado. Por otro lado, se aprovecharon las
economías de escala y de aglomeración, favoreciendo un crecimiento hacia adentro. Concretamente,
el gobierno federal mexicano apoyó el desarrollo de las empresas de autopartes en ese periodo
mediante tres decretos: (Villarreal y Villegas, 2010)
1. El de integración nacional, que prohibió la importación de automóviles y camiones. Se fijó
el porcentaje mínimo de integración de componentes nacionales en un 60% del costo
directo de producción; y se favoreció la compra de insumos nacionales, aumentando el
número de empleos a 30,000 puestos de trabajo en 1972.
2. El de desarrollo automotriz, establecía que el 60% del capital social debería de ser nacional,
ya que se pretendía consolidar la industria de autopartes. En 1974 la industria automotriz
representaba el 7% de la producción industrial.
3. El de fomento de la industria automotriz de 1977, facilitaría a las empresas terminales el
acceso a divisas, con el fin de impulsar la integración de los productores nacionales a las
cadenas productivas de las grandes empresas terminales.
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