Portadillas Gaceta Suplementos - Sespas
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XIII Congreso SESPAS; 23(Espec Congr 1): 114-312 283<br />
cado una importante modificación de las necesidades de asistencia<br />
social a los mayores. El objetivo planteado fue cuantificar los<br />
recursos asistenciales existentes a disposición de los mayores, su<br />
distribución y accesibilidad y evaluar la adecuación existente entre<br />
oferta y demanda.<br />
Métodos: Se ha realizado un estudio observacional descriptivo<br />
restringido al ámbito de la provincia de Granada. La información se<br />
recogió en primer lugar identificando los centros (Residencias, Unidades<br />
de Estancia Diurna y de Respiro Familiar a través de búsqueda<br />
en las bases de datos del Instituto de Mayores y Servicios Sociales y<br />
de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía,<br />
el Observatorio de Mayores. La búsqueda se completó en internet<br />
(inforesidencias.com) y con la consulta de las guías telefónicas<br />
(páginas amarillas). Se elaboró un cuestionario “ad hoc” para la recogida<br />
de información en el que se incluyeron variables de titularidad<br />
y gestión de los centros, tipología, oferta de plazas y servicios, precio,<br />
años de funcionamiento, edad media y patologías más frecuentes entre<br />
los ancianos atendidos.<br />
Resultados: Existen 73 residencias en funcionamiento, el 64% son<br />
de titularidad privada, el 24,6% privada sin fin de lucro, y el sólo el<br />
10,9% pública. El 42,3% de las camas están financiadas con fondos<br />
públicos. El ratio de camas es de 2,9 por cada 100 mayores de 65<br />
años. Las residencias públicas funcionan como media desde el año<br />
1992, las privadas desde el 2002 y las privadas sin fin de lucro desde<br />
1952. Hay 394 plazas en pisos tutelados. La demencia, y más concretamente<br />
el Alzheimer, es la patología más dominante. Los precios<br />
oscilan entre el 75% y el 80% de la pensión para las plazas públicas,<br />
en las privadas 1.250 euros/mes de media para válidos y 1.615 y para<br />
asistidos. Existen 83 plazas de respiro familiar repartidas en 13 centros<br />
y 49 Unidades de Estancia Diurna que ofertan 1.362 plazas, en su<br />
mayoría en la Capital y aproximadamente un 50% de las plazas están<br />
financiadas con fondos públicos. El índice de cobertura de las U.E.D.<br />
es de 1,01%.<br />
Conclusiones: La cobertura de los recursos sociales para los cuidados<br />
de larga duración no es suficiente para las necesidades que el<br />
momento actual plantea población de la tercera edad. La oferta privada<br />
no es accesible para muchos mayores dependientes.<br />
P-446. GÉNERO Y DESIGUALDAD EN EL CUIDADO<br />
INFORMAL A LA SALUD<br />
M. del Río Lozano, M.M. García Calvente, I. Mateo Rodríguez,<br />
G. Maroto Navarro, A.P. Eguiguren, et al<br />
Escuela Andaluza de Salud Pública; CIBER Epidemiología y Salud<br />
Pública (CIBERESP); Escuela de Salud Pública, Universidad de Chile.<br />
Antecedentes/Objetivos: El interés por el cuidado informal resurge<br />
al tiempo que la atención a las personas dependientes se sitúa<br />
en el centro del debate sobre políticas de bienestar. Las mujeres, con<br />
empleo o sin él, asumen mayoritariamente la responsabilidad de cuidar<br />
y pagan el elevado coste que esto supone para su calidad de vida;<br />
sin embargo los hombres se están incorporando al trabajo reproductivo<br />
a un ritmo mucho más lento. Este trabajo pretende evidenciar<br />
las desigualdades de género en el cuidado informal, analizando las<br />
diferencias de participación en el cuidado entre mujeres y hombres<br />
y su relación con características sociales y otros indicadores de roles<br />
reproductivos.<br />
Métodos: A partir de los datos de la Encuesta Andaluza de Salud<br />
1999 en población adulta residente en Andalucía (3.241 mujeres,<br />
3.243 hombres), se realizó un análisis descriptivo de las variables de<br />
cuidados (convivencia con personas dependientes, participación en<br />
los cuidados, cuidar sin ayuda) según sexo, edad y tipo de persona<br />
dependiente. Se midió la asociación entre participación en los cuidados<br />
y variables de posición social (nivel educativo, clase social, situación<br />
laboral) y de roles reproductivos (situación marital, número de<br />
miembros del hogar) mediante el cálculo de ORs (IC 95%) ajustadas<br />
por edad y estratificadas por sexo.<br />
Resultados: Las mujeres cuidaron de las personas con las que convivían<br />
con mucha mayor frecuencia que los hombres (61% vs 30%) y<br />
lo hacían sin ayuda en un porcentaje muy superior al de los varones<br />
(64% vs16%). La brecha de género en la participación en los cuidados<br />
fue máxima en el grupo de 35-44 años y mínima en mayores de 75.<br />
La diferencia fue mayor en el caso de la atención a menores, seguido<br />
del cuidado de personas con discapacidad y por último en el de<br />
personas mayores. Ajustando por edad, las mujeres que participaron<br />
más en los cuidados tenían estudios primarios, trabajaban sólo en el<br />
hogar y estaban casadas o anteriormente casadas. Sin embargo, en el<br />
caso de los hombres fueron los universitarios, con trabajo remunerado,<br />
y casados o anteriormente casados.<br />
Conclusiones: Los resultados ratifican la magnitud de las desigualdades<br />
entre hombres y mujeres en el cuidado informal, e indican que<br />
la brecha de género varía en función de la edad y otras características.<br />
El perfil de las personas que cuidan difiere en mujeres y hombres en<br />
función de su posición social, indicado por el nivel educativo o la situación<br />
laboral. Las medidas de atención a las personas dependientes<br />
no pueden ser ciegas al género si quieren contribuir a disminuir las<br />
desigualdades existentes en el cuidado informal.<br />
Financiación. Proyecto “Desigualdades de género en la salud y utilización<br />
de servicios sanitarios de la población adulta de Andalucía” (Exp.<br />
01/257) financiado por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía.<br />
P-447. IMPACTO DEL CUIDADO INFORMAL SOBRE<br />
LA SALUD PERCIBIDA DE HOMBRES Y MUJERES<br />
EN EDAD ACTIVA DE ANDALUCÍA<br />
M.M. García Calvente, M. del Río Lozano, A.P. Eguiguren, I. Mateo<br />
Rodríguez, G. Maroto Navarro, R. Ocaña Riola, et al<br />
Escuela Andaluza de Salud Pública; CIBER Epidemiología y Salud<br />
Pública (CIBERESP); Escuela de Salud Pública, Universidad de Chile.<br />
Antecedentes/Objetivos: Diversas investigaciones han puesto de<br />
manifiesto que cuidar supone un riesgo para la salud; pero la evidencia<br />
no es concluyente acerca de las diferencias de género en el<br />
impacto en salud. Este trabajo pretende analizar las diferencias en el<br />
impacto del cuidado informal sobre la salud percibida de la población<br />
andaluza en edad activa, según sexo y clase social, y su relación con<br />
otros indicadores de roles reproductivos y posición social.<br />
Métodos: Estudio transversal sobre una muestra poblacional de<br />
personas entre 25-64 años (2.036 mujeres; 2.054 hombres) a partir<br />
de los datos de la Encuesta Andaluza de Salud 1999. Se calcularon OR<br />
ajustadas por edad y estratificadas por sexo para medir la asociación<br />
de variables de cuidado informal y otras socio-estructurales (edad,<br />
estudios, empleo, clase ocupacional, apoyo social, situación marital,<br />
tamaño del hogar) con el estado de salud percibida, medido con el<br />
cuestionario SF-36. Se construyeron modelos de regresión logística<br />
multivariante para determinar el impacto de estas variables sobre la<br />
percepción de salud, diferenciados por sexo y clase ocupacional (manual<br />
y no manual).<br />
Resultados: El análisis multivariante mostró diferentes efectos de<br />
las variables analizadas sobre la salud percibida según sexo y clase<br />
social. La participación en los cuidados no se asoció a mala salud percibida<br />
en hombres de ninguna clase social, mientras que sí supuso un<br />
riesgo para las mujeres de clase manual, tanto si contaban con ayuda<br />
(OR = 2,67; IC = 1,29-5,54) como si no (OR = 1,43; IC = 0,97-2,12).<br />
Haber estado casadas anteriormente (OR = 2,18; IC = 1,17-4,03) y no<br />
tener trabajo remunerado (OR = 1,64; IC = 1,13-2,36) también se asociaron<br />
a peor salud en las de clase manual, mientras que en mujeres<br />
de clase privilegiada un bajo nivel de estudios fue el único factor de<br />
riesgo. Los hombres con menor nivel de estudios y sin trabajo remunerado<br />
mostraron peor salud en ambas clases sociales; vivir solo o