Coinfección TB/VIH: GuÃa ClÃnica. Versión actualizada â 2010
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3. Prueba cutánea de la tuberculina (PPD) positiva: ≥ 5 mm en<br />
niños con <strong>VIH</strong><br />
4. Radiografía de tórax sugestiva de <strong>TB</strong><br />
5. Confirmación bacteriológica cuando sea posible<br />
La indicación de un estudio de <strong>TB</strong> debe realizarse ante la presencia<br />
de un cuadro clínico compatible o en el contexto de un estudio<br />
de contactos. Asimismo, en contextos de alta prevalencia de <strong>VIH</strong> y<br />
en los contextos donde se sospecha <strong>VIH</strong> en quienes son estudiados<br />
por posible <strong>TB</strong>, se debe ofrecer prueba de <strong>VIH</strong>.<br />
8.4.1.1 Prueba de la tuberculina (PPD)<br />
La PPD es el método más útil para el diagnóstico de la infección<br />
tuberculosa y una ayuda muy valiosa para el diagnóstico de la enfermedad<br />
tuberculosa, tanto en niños como adolescentes. No obstante,<br />
el estado inmune del paciente condiciona la interpretación de<br />
la prueba. Una PPD negativa en un paciente con sida no excluye<br />
el diagnóstico debido a la alta prevalencia de falsos negativos en<br />
pacientes con inmunosupresión avanzada. En un niño con <strong>VIH</strong> y<br />
con CD4 relativamente conservados (por ejemplo CD4 > 20 %),<br />
una PPD positiva en presencia de síntomas y signos compatibles<br />
con tuberculosis es muy sugestiva de diagnóstico. Hay que considerar<br />
posibles interferencias con la interpretación de la PPD (ver<br />
tabla 10).<br />
Tabla 10. Interferencias con la interpretación de la PPD<br />
Puede ser causa de falso positivo:<br />
– Infección por otras micobacterias no tuberculosas<br />
– Vacunación con BCG (ver texto)<br />
– Error en la lectura<br />
continúa<br />
CAPÍTULO VIII • Tuberculosis y <strong>VIH</strong> en la niñez 115