Justicia Electoral - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAM
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II. PARTIDOS POLITICOS Y DEMOCRACIA.(Por Ramón Cotarelo)El autor plantea en principio la ten<strong>de</strong>ncia generalizada en la cultura occi<strong>de</strong>ntal a sostener que los partidospolíticos son consubstanciales a las <strong>de</strong>mocracias mo<strong>de</strong>rnas por lo que es común que se les reconozca a nivelconstitucional, partiendo <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que los partidos articulan la representación <strong>de</strong>mocrática y, por lo tanto,son imprescindibles.Esta importancia es reconocida también jurispru<strong>de</strong>ncialmente en diversos países, surgiendo posteriormente lacuestión <strong>de</strong>l financiamiento público <strong>de</strong> los partidos y llegándose también a la conclusión <strong>de</strong> que era necesarioéste como garantía <strong>de</strong> supervivencia <strong>de</strong> los partidos, como necesidad para respetar el principio <strong>de</strong> igualdad <strong>de</strong>oportunida<strong>de</strong>s y por la conveniencia <strong>de</strong> evitar prácticas <strong>de</strong> financiación ilícitas y <strong>de</strong> corrupción.El autor hace notar en este punto un fenómeno generalizable en muchos países y que consiste en la situaciónparadójica en que entra recientemente la figura <strong>de</strong> los partidos políticos, pues no obstante que se <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> poner enduda su necesidad <strong>de</strong> financiamiento público y existe pleno reconocimiento legislativo, doctrinal y jurispru<strong>de</strong>ncial,es en este momento preciso cuando los partidos parecen haber alcanzado el punto más bajo en las escalas <strong>de</strong>apreciación <strong>de</strong> los ciudadanos y <strong>de</strong> prestigio entre las instituciones. Según Cotarelo, este fenómeno obe<strong>de</strong>ce a trescausas principales: a) Que ciertas funciones que <strong>de</strong>sarrollaban anteriormente los partidos, tales como comunicacióno socialización, son realizadas en mejor forma por otros entes tales como los medios masivos <strong>de</strong> comunicación;b) Que la misma financiación pública provoca un efecto paradójico <strong>de</strong>smovilizador; y por último, c) La corrupciónpolítica que crea <strong>de</strong>sconfianza en la sociedad y la coinci<strong>de</strong>ncia con el fenómeno “fin <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>ologías”, llamadoasí por algunos doctrinarios que afirman que las convicciones colectivas se encuentran en crisis, ya que con lacaída <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>ologías extremistas (principalmente el bloque comunista) ha obligado a los partidos a coincidirprogramáticamente respecto a las reglas <strong>de</strong>l juego <strong>de</strong>mocrático, <strong>de</strong> tal manera que los partidos mo<strong>de</strong>rnos, sean <strong>de</strong>izquierda o <strong>de</strong> <strong>de</strong>recha, tienen curiosamente programas y objetivos muy semejantes. Conjuntamente con estacrisis <strong>de</strong> los partidos otro fenómeno concurrente <strong>de</strong>stacado por Cotarelo es el surgimiento <strong>de</strong> diversos movimientossociales (tales como los ecologistas o el caso Ross Perot en Estados Unidos) que han adquirido fuerza y querepresentan ya, en algunos casos, una amenaza para los partidos.Este tipo <strong>de</strong> fenómenos -señala Ramón Cotarelo- nos lleva a cuestionar la tesis <strong>de</strong> la consubstancialidad <strong>de</strong> la<strong>de</strong>mocracia y partidos. El autor estima que no se pue<strong>de</strong> negar aún esa consubstancialidad pero que <strong>de</strong>be ampliarsela concepción clásica <strong>de</strong> partido y tomar en consi<strong>de</strong>ración a agrupaciones y asociaciones cada vez más cambiantes.Por cuanto hace a la financiación <strong>de</strong> los partidos políticos, Cotarelo señala que cualquier sistema <strong>de</strong>berá tomaren cuenta la nueva concepción <strong>de</strong> partido político que se ha comentado y consi<strong>de</strong>rar los siguientes elementos:a) En cuanto a condiciones generales <strong>de</strong> financiación, los partidos <strong>de</strong>ben consi<strong>de</strong>rar tres circunstancias: la <strong>de</strong> igualdad, la<strong>de</strong> libertad y el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> los partidos pequeños a participar en la vida política con unas expectativas razonables.b) Los sistemas <strong>de</strong> financiación: el <strong>de</strong> la dualidad privada-pública que, según el autor, <strong>de</strong>be mantenerse dada lanaturaleza híbrida <strong>de</strong> los partidos. El <strong>de</strong> los límites, que pue<strong>de</strong>n ser <strong>de</strong> ingresos o <strong>de</strong> gastos o ambos a la vez. El<strong>de</strong> los controles que <strong>de</strong>ben ser eficaces y compren<strong>de</strong>r cuando menos dos aspectos el <strong>de</strong> la obligación <strong>de</strong> larendición pública <strong>de</strong> cuentas (ingresos y gastos) y el <strong>de</strong> los órganos <strong>de</strong> control que, según el autor, <strong>de</strong>be tratarse<strong>de</strong> un órgano fiscalizador judicial, como el Tribunal <strong>de</strong> Cuentas en España. Por último, <strong>de</strong>staca el autor elcarácter voluntario <strong>de</strong> las aportaciones a los partidos que pue<strong>de</strong> ser forzosa cuando los partidos reciben parte<strong>de</strong> sus ingresos con cargo a los presupuestos generales <strong>de</strong>l Estado, o voluntarios como el sistema <strong>de</strong> Tax Checkoff estadouni<strong>de</strong>nse, que consiste en que el contribuyente señala una parte <strong>de</strong> sus impuestos <strong>de</strong>stinados a lospartidos. La ventaja <strong>de</strong> este sistema -según Cotarelo- es que muestra el grado real <strong>de</strong> apoyo con que cadapartido cuenta en la sociedad y el inconveniente es <strong>de</strong> que pue<strong>de</strong> ser insuficiente, pero ello sería benéfico paraque prosperen los partidos con mayores apoyos sociales.