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Justicia Electoral - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAM

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paso <strong>de</strong> avance. Así ocurrió, por ejemplo, en 1978 en España y en 1988 en Brasil. En ambos casos seaprobaron reformas constitucionales que fueron capaces <strong>de</strong> interpretar los sentimientos colectivos.En todo proceso <strong>de</strong> transformación es necesario tomar en cuenta tanto los factores internos como los externos.Los factores externos se perfilan como catalizadores <strong>de</strong>l cambio. En varias ocasiones la ola <strong>de</strong> golpes <strong>de</strong> estadoha producido lo que Henry Kissinger calificó como el efecto dominó, y que en un momento <strong>de</strong>terminado se<strong>de</strong>nominó la internacional <strong>de</strong> las espadas.Un acontecimiento político similar, aun cuando <strong>de</strong> signo contrario, ha producido la ola <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocratización queha invadido Europa y Asia. La <strong>de</strong>mocratización en Portugal influyó sobre España, el proceso <strong>de</strong>mocráticoargentino afectó el Uruguay y Brasil. Los países <strong>de</strong>l este <strong>de</strong> Europa se influenciaron entre sí.En una palabra, el mundo experimenta un proceso <strong>de</strong> transformación y cambio que ha barrido el mo<strong>de</strong>loMarxista-Leninista y plantea serios cuestionamientos en los propios países con regímenes <strong>de</strong>mocráticos.III. FILOSOFIA VS. PRAGMATISMOUna <strong>de</strong> las tesis que ha pretendido explicar el proceso <strong>de</strong> transformación y la búsqueda <strong>de</strong> soluciones, es lallamada Tesis <strong>de</strong>l fin <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>ologías, tesis que fue sostenida por Bell y Lipset en 1960 y más recientementepor el antiguo asesor <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Estado Norteamericano Fukuyama. Ellos sostienen que los sistemas<strong>de</strong> i<strong>de</strong>as, creencias y objetivos sociales, que han venido cumpliendo un rol en el proceso político y condicionadoel mismo, han perdido vigencia. Pensamos, sin embargo, que el enfrentamiento i<strong>de</strong>ológico sigue estandopresente, sólo que nos enfrentamos a un mundo con diferentes características, <strong>de</strong> carácter unipolar, ante el<strong>de</strong>smembramiento <strong>de</strong> una <strong>de</strong> las superpotencias.Debemos reconocer la pérdida <strong>de</strong> fuerza <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ología en el comportamiento <strong>de</strong> los actores políticos y enespecial <strong>de</strong> los partidos políticos. Se ha puesto <strong>de</strong> manifiesto, al propio tiempo, la excesiva pragmatización <strong>de</strong>los partidos, la ten<strong>de</strong>ncia al clientelismo político como opuesto a la profesionalización, todo lo cual ha <strong>de</strong>terioradola capacidad <strong>de</strong> respuesta <strong>de</strong>l sistema político en general, lo que sí es ineludible es lo que se ha <strong>de</strong>nominado, la<strong>de</strong>manda <strong>de</strong> eficacia, la necesidad <strong>de</strong> que los mo<strong>de</strong>los políticos y los sistemas aplicados respondan eficientementea los planteamientos y a los cuestionamientos que se le hacen a las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los pueblos.La ineficiencia entendida como la incapacidad <strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r políticamente a nuevos <strong>de</strong>safíos y a satisfacer lasexpectativas <strong>de</strong> la sociedad ha sido la característica dominante. Es evi<strong>de</strong>nte que existe una especie <strong>de</strong>sincronización entre las transiciones políticas y las transiciones económicas: bien pue<strong>de</strong> ocurrir que la transicióneconómica anteceda a la política o viceversa, pero también pue<strong>de</strong>n ocurrir simultáneamente, sin necesidad <strong>de</strong>expresar una relación <strong>de</strong> causa-efecto.En la España franquista, por ejemplo, el nivel <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> la sociedad mejoró como consecuencia <strong>de</strong>l crecimientoeconómico, pero existía una falta <strong>de</strong> representatividad política, <strong>de</strong> institucionalidad <strong>de</strong>mocrática y <strong>de</strong> liberta<strong>de</strong>spúblicas (Maraval 1981). Sin embargo, la crisis se acentuó con motivo <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> reemplazar al Jefe <strong>de</strong>Estado y establecer un régimen <strong>de</strong> sucesión.Las cortes franquistas aprobaron la reforma política para convocar a elecciones libres y <strong>de</strong>mocráticas en junio<strong>de</strong>l año 77 y acordaron la legalización <strong>de</strong> los partidos políticos. El Parlamento asumió el carácter <strong>de</strong> Constituyentey en diciembre <strong>de</strong>l 78, un referéndum aprobó la nueva Constitución.La transición facilitó la elaboración <strong>de</strong> una nueva Constitución, la cual trajo paz y or<strong>de</strong>n, apadrinada medianteel consenso <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> los partícipes en la actividad política.

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