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Justicia Electoral - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAM

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A lo mejor se apela a un punto que ya hemos sugerido: perseguir la mayor racionalidad en la <strong>de</strong>cisión y en elvoto personales <strong>de</strong> cada elector, racionalidad que quizá se reputa perturbada si es que alguno se guía más porlas cifras que arrojan las encuestas que por una motivación surgida <strong>de</strong> sus propias reflexiones. Entonces se diráque conviene preservar al electorado <strong>de</strong> toda eventual influencia que provenga <strong>de</strong>l medio ambiental, para<strong>de</strong>jarlo en la soledad <strong>de</strong> su mismidad, casi como encerrado en una probeta.Pero, a la inversa, también es válido suponer que cuantos mayores y numerosos aportes puedan ayudarlo<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el exterior para que <strong>de</strong>cida su voto, mejor será el arsenal <strong>de</strong> información y <strong>de</strong> conocimiento <strong>de</strong> quedispondrá a ese fin.Todo tiene su pro y su contra. Hemos traído a colación la <strong>de</strong>batida cuestión nada más que para mostrar cómolos intentos en pos <strong>de</strong> la legitimidad <strong>de</strong> los procesos electorales, son conscientes <strong>de</strong> que la libertad <strong>de</strong>l elector seha <strong>de</strong> munir <strong>de</strong> cuantas precauciones parezcan conducentes a garantizarla. Y el propósito intencional es muyloable. Sólo que también aquí ha <strong>de</strong> procurarse un justo y mo<strong>de</strong>rado equilibrio, para cuyo balanceo es útilretroce<strong>de</strong>r a otra preferencia que nos es personal y que ya <strong>de</strong>stacábamos antes: no caer en un reglamentarismoestatal oneroso y exorbitante.En el meollo mismo <strong>de</strong> este problema <strong>de</strong> la restricción a los son<strong>de</strong>os, las encuestas y la difusión informativa <strong>de</strong>sus resultados en la proximidad <strong>de</strong> una elección, se nos aparece la vidriosa cuestión <strong>de</strong> la censura: ¿es censuraa los medios <strong>de</strong> comunicación social la prohibición <strong>de</strong> cumplir aquella tarea informativa? Si se respon<strong>de</strong> que loes, tendremos que añadir -a título personal- que entonces <strong>de</strong>finimos nuestra opinión contraria a su aplicación.Tal vez no lo sea, una vez que asumimos como razonable que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un cierto número <strong>de</strong> horas previas alcomicio tampoco se pue<strong>de</strong> hacer propaganda a favor <strong>de</strong> candidatos y partidos, ni realizar reuniones políticas almismo fin, ni acaso tampoco ostentar símbolos o emblemas que expresan <strong>de</strong>finiciones electorales, etcétera.i) Un antes y un <strong>de</strong>spués: el padrón <strong>de</strong> electores y el escrutinio <strong>de</strong> los votosEs irrefutable la afirmación <strong>de</strong> que la legitimidad <strong>de</strong>l proceso electoral no se limita al día y al acto electoral. Sies un proceso tiene duración, hay un antes y un <strong>de</strong>spués, una etapa previa y otra posterior al comicio.La legitimidad impone exigencias en todo el transcurso <strong>de</strong>l proceso, que se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>slegitimar aunque no hayafrau<strong>de</strong> que perturbe la emisión <strong>de</strong>l voto y aunque se preserven las urnas con su contenido <strong>de</strong> boletas tal comolas han <strong>de</strong>positado los electores.En ese antes y en ese <strong>de</strong>spués vamos a circunscribirnos a dos aspectos únicamente: el padrón o registro <strong>de</strong>electores, y el escrutinio o conteo <strong>de</strong> los votos emitidos.Que trampas pue<strong>de</strong> haber en el padrón, es indudable. Por ejemplo, pue<strong>de</strong>n registrarse ciudadanos que no estánen condiciones legales <strong>de</strong> votar, y no registrarse otros que sí lo están. Pue<strong>de</strong>n, incluso, figurar personas fallecidas.Todo esto necesita control. Control -al menos en último término- judicial, porque ya dijimos todo lo necesario enor<strong>de</strong>n a él en materia electoral. Y control <strong>de</strong> los mismos ciudadanos, <strong>de</strong> los partidos, <strong>de</strong> la sociedad en general.Por eso los padrones tienen que gozar <strong>de</strong> publicidad oficial anticipada, para <strong>de</strong>jar expeditas las impugnaciones,las correcciones, la actualización hasta el momento más próximo posible al acto electoral. Esto por una parte,y como ejemplo.Una vez cumplido el acto electoral se cuentan los votos. Hay votos válidos, votos nulos, votos en blanco. Laoperación -manual o mecanizada- tiene que estar sometida a fiscalización imparcial por parte <strong>de</strong> los ciudadanosy <strong>de</strong> los partidos, y su resultado <strong>de</strong>be ser susceptible <strong>de</strong> eventual control judicial si es que se formulanimpugnaciones. A<strong>de</strong>más, todo el proceso <strong>de</strong>l escrutinio requiere información y publicidad a toda la sociedad.

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