Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste
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aparta del mundo celeste.<br />
La <strong>Vida</strong> <strong>Interna</strong> - C.W. <strong>Leadbeater</strong><br />
Pero lo peor de todo es que el hombre, por lo general, no siente la necesidad de desligarse<br />
del mal que lo rezaga. Es evidente que si se da cuenta del caso y pone su mente en acción<br />
puede apresurar en gran manera los dos procesos antes referidos. Si comprende que le<br />
conviene eliminar todo deseo terreno y retraerse en sí mismo, tan pronto como pueda se<br />
pondrá ardientemente a la tarea; pero por lo general hace lo contrario y, en su ignorancia,<br />
acaricia sus deseos prolongando con ello su vida astral y se aferra desesperadamente a las más<br />
groseras partículas de materia astral durante tanto tiempo como puede, porque la sensación<br />
del deseo parece acercarle a la vida física de la que está tan apasionadamente ansioso. Así<br />
pues, vemos por qué uno de los aspectos más importantes de la labor de los protectores o<br />
auxiliares invisibles es el de explicarles a los desencarnados la situación en que se encuentran;<br />
y también vemos por qué el conocimiento intelectual de las verdades teosóficas es de tan<br />
inestimable valor para el hombre.<br />
Cuando el desencarnado llega al plano astral no siempre se percata de que ha muerto en la<br />
tierra, y aun cuando se convenza de ello por completo, no se da cuenta evidentemente de la<br />
diferencia entre el mundo astral y el físico. En la vida terrena el hombre es esclavo de<br />
imperiosas necesidades. Ha de comer, vestirse y alojarse, para lo cual necesita dinero, y para<br />
tener dinero tiene que trabajar y ocuparse en algo. Todo esto es tan natural y normal en el<br />
mundo físico, que al verse libre el hombre de semejante esclavitud no acaba de creer en<br />
mucho tiempo que esté verdaderamente libre de dichas trabas, y en muchos casos continúa<br />
aprisionándose inútilmente con los grilletes que en realidad rompió la muerte física.<br />
Así, a veces vemos algunos noveles desencarnados que toman actitudes de sentarse a la<br />
mesa para comer, de preparar manjares imaginarios o levantar moradas. He visto a un hombre<br />
en actitud de construirse una casa, piedra sobre piedra. y aunque fabricaba esas piedras por un<br />
esfuerzo mental, no se daba cuenta de que con el mismo esfuerzo hubiera podido edificarse<br />
imaginariamente la casa entera. Se le dio a entender que aquellas piedras no pesaban y de esto<br />
coligió que su actual condición difería de la que tuvo en la tierra, con lo cual se le estimuló a<br />
ulteriores investigaciones.<br />
En la tierra de estío los hombres se rodean de paisajes formados por su propia imaginación,<br />
aunque hay quienes se ahorran este trabajo aceptando, desde luego, los ya formados por otros.<br />
Los que están en el sexto subplano, rasante con la superficie de la tierra, se ven rodeados de<br />
las contrapartes astrales de las montañas, los árboles, los lagos, y no necesitan un escenario;<br />
pero los que están en subplanos superiores y flotan a cierta distancia de la superficie de la<br />
tierra, se forjan paisajes con el esfuerzo mental de su imaginación.<br />
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