Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste
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La <strong>Vida</strong> <strong>Interna</strong> - C.W. <strong>Leadbeater</strong><br />
(esto es, en lenguaje vulgar, si sueña en determinado paraje) debe examinarlo<br />
cuidadosamente. Si al despertar por la mañana y recordar el sueño le parece que en el<br />
gabinete o en el paraje todo está exactamente como cuando con los ojos físicos lo vio la<br />
última vez, nada prueba que no sea un sueño o un recuerdo, pero si advierte en su memoria<br />
algún cambio o novedad en la disposición y número de los objetos, y al visitar físicamente el<br />
aposento o paraje comprueba en efecto el cambio o la novedad, es señal evidente de la<br />
exactitud de su visión astral.<br />
Todos cuantos actuamos determinadamente en el mundo astral nos encontramos por fuerza,<br />
una u otra vez, con casos necesitados de auxilio. En ocasiones puede ser algo así como una<br />
operación quirúrgica que luego de realizada ya no hay que pensar más en ella, pero mucho<br />
más a menudo es necesario dar consuelo, seguridad y fortaleza, repitiendo el auxilio día tras<br />
día, a fin de transmutar en valeroso y noble un temperamento decaído. O bien, a veces es<br />
preciso dar el conocimiento poco a poco, según la mente vaya abriéndose a él y sea capaz de<br />
recibirlo. Así sucede que cada protector tiene cierto número de casos crónicos, de pacientes o<br />
enfermos, llámense como se quieran, a quienes visita cada noche, lo mismo que el médico<br />
visita en la tierra a todos sus enfermos. También suele suceder que aquellos que han recibido<br />
auxilio rebosan gratitud hacia el protector y se unen a él con objeto de secundar sus esfuerzos<br />
y transmitir a otros los beneficios recibidos, de modo que cada protector es, por lo común, el<br />
jefe de un pequeño grupo, el caudillo de una menuda hueste de protectores a quienes siempre<br />
puede emplear en algo de provecho.<br />
Por ejemplo, gran número de recién desencarnados están en la misma disposición de ánimo<br />
que el niño en la oscuridad, y aunque conviene hablar con ellos y seguirles pacientemente<br />
para convencerlos de que nada han de temer, es mejor darles la mano como a un niño, porque<br />
esto les será más útil que todo un capítulo de argumentos.<br />
El protector astral tiene muchos casos que requieren inmediata atención y por lo tanto no<br />
puede emplear la noche entera en consolar y tranquilizar a un paciente ansioso o lleno de<br />
dudas, pero puede delegar para este objeto a uno de sus fervorosos ayudantes que no esté tan<br />
atareado y que, por lo tanto, sea capaz de dedicarse a esta caritativa labor. Para tranquilizar al<br />
niño en la oscuridad no se necesitan grandes conocimientos científicos, sino que lo que<br />
necesita es sentirse acompañado por una mano cariñosa. Así pues, pueden emplearse en esta<br />
tarea cuantos obreros astrales lo deseen, sean hombres, mujeres o niños. Desde luego que para<br />
las modalidades más amplias y extensas de la obra y para su dirección se necesita mucho<br />
conocimiento, pero un corazón henchido de amor y de ardiente deseo de ayudar es suficiente<br />
equipo para poner a cualquiera en actitud de ser un protector de segunda categoría cuyos<br />
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