Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste
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La <strong>Vida</strong> <strong>Interna</strong> - C.W. <strong>Leadbeater</strong><br />
también el hombre terrenal puede esforzarse en dominar simultáneamente su conciencia trina<br />
física, astral y mental. Pero esto requiere y significa un adelanto considerable.<br />
Resumiendo lo precedente, resulta que “elevarse”, en la ordinaria acepción espiritualista, es<br />
sencillamente elevar la conciencia de un subplano inferior a otro superior del astral, después<br />
de haber sido superpuesta la materia del cuerpo astral en capas de mayor a menor densidad de<br />
fuera adentro por el elemental del deseo. Durante la vida astral, la conciencia sólo puede<br />
actuar por medio de la capa externa y, por consiguiente, en un principio, el desencarnado<br />
queda limitado a la percepción de las vibraciones correspondientes a la clase de materia de<br />
que está formada la capa envolvente de su cuerpo astral, y tan sólo podrá ser consciente de un<br />
subplano superior cuando la capa de materia peculiar del subplano inferior se desintegre en su<br />
mayor parte. Así es que, naturalmente, en un principio el hombre ordinario está separado del<br />
más agradable y placentero aspecto de la vida astral, y al salir de esta reclusión se puede decir<br />
que se ha elevado.<br />
El teósofo que conoce las propiedades de la materia astral no consiente que el elemental del<br />
deseo le reorganice su cuerpo astral, y si esto sucede durante la inconsciencia momentánea<br />
que sigue inmediatamente a la muerte, los protectores, aquellos de entre nosotros que se<br />
dedican a la tarea de ayudar a los desencarnados acudirán, evidentemente, a destruir el trabajo<br />
del elemental y restablecerán el cuerpo astral en las mismas condiciones en que se hallaba<br />
durante la vida física, con todas sus variedades de materia naturalmente entremezcladas, de<br />
modo que el desencarnado pueda ver todo el plano astral y no tan sólo un subplano. Así,<br />
desde un principio, su vida astral será más completa y mucho más útil que si su conciencia se<br />
limitara a un solo subplano.<br />
Según expliqué en el capítulo correspondiente a las esferas, hay mucho de verdad en la idea<br />
de lugar relacionada con los subplanos. En la superficie de la tierra tenemos materia en estado<br />
sólido, líquido, gaseoso y etérico; pero sin duda que, generalmente hablando, la materia sólida<br />
es la base sobre la que descansa la líquida, y sobre ambas la gaseosa. Aunque en la atmósfera<br />
flota algo de materia sólida y más todavía de líquida, la zona sólida está en general limitada<br />
por la corteza terrestre y la zona de materia líquida por la superficie superior de las nubes,<br />
mientras que la zona gaseosa se extiende algunos kilómetros más arriba y muchísimo más aún<br />
la etérica. Por lo tanto, si bien estamos rodeados de las siete densidades de materia física, se<br />
puede decir que, en cierto modo, cada una tiene su propia zona y cada una ocupa un lugar más<br />
alejado de la superficie de la tierra que la zona de materia de densidad inmediatamente<br />
inferior.<br />
Lo mismo pasa con la materia astral, cuyas siete densidades distintas nos rodean por<br />
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