Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste
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La <strong>Vida</strong> <strong>Interna</strong> - C.W. <strong>Leadbeater</strong><br />
los hombres animálicos de la Luna que ocuparon las forma en la primera ronda. Por el<br />
contrario, el perro o el gato domésticos realmente inteligentes y cariñosos, cuyos dueños los<br />
cuidan con tierna solicitud y los tratan como amigos, es seguro que al individualizarse<br />
conseguirán un cuerpo causal equivalente, por lo menos, al del primer orden de hombres<br />
lunares, mientras que varias especies intermedias de animales domésticos tendrán cuerpos<br />
causales de contextura cestal, como los del segundo orden de hombres lunares.<br />
Por consiguiente, vemos que la labor efectiva realizada para alcanzar determinado nivel es,<br />
al fin y al cabo, la misma en cantidad, aunque hay casos en que hay más en un reino y menos<br />
en otro. En el curso de nuestras investigaciones ya hemos expuesto con suficiente claridad<br />
que las entidades que alcanzan el punto culminante en un reino no entran en el inmediato por<br />
los peldaños inferiores. La vida que anima un roble un baniano o un rosal pasarán<br />
directamente al orden de los mamíferos cuando entren en el reino animal, mientras que la vida<br />
inferior del reino vegetal pasará a animar los insectos y los reptiles.<br />
De un modo análogo, el ser que alcance en el reino animal el pináculo de la inteligencia y el<br />
afecto, trascenderá la humanidad primitiva para manifestarse como una individualidad de<br />
primer orden desde los comienzos de su carrera humana, al tiempo que aquel que salga del<br />
reino animal a un nivel inferior de desarrollo empezará por un grado inferior en la escala de la<br />
humanidad. Así se explica la observación que hizo uno de nuestros Maestros cuando,<br />
refiriéndose a la crueldad y superstición de la mayor parte del género humano, dijo: “Se<br />
individualizaron demasiado pronto. Todavía no son dignos de la forma humana.<br />
En el plan evolutivo figuran como procedimientos normales de evolución los tres ya<br />
descritos del desarrollo del afecto, la inteligencia o la voluntad; pero, a veces, la<br />
individualidad se adquiere también por otros medios que pudiéramos llamar irregulares, pues<br />
parece difícil que formaran parte del plan original.<br />
Por ejemplo, en los comienzos de la séptima ronda de la cadena lunar, algunos seres<br />
llegaron a punto de individualización y a ella les estimuló la compañía de los habitantes<br />
perfeccionados a los que ahora llamamos señores de la Luna; pero, en su desarrollo se<br />
presentó un desgraciado inconveniente, pues llegaron a jactarse tanto de su progreso<br />
intelectual que el orgullo fue el rasgo distintivo de su carácter, de manera que no procedían<br />
con objeto de conseguir la aprobación o el afecto de sus dueños, sino para presumir de sus<br />
adelantos ante los animales inferiores y excitar su envidia. Estos esfuerzos los condujeron a la<br />
individualización con un cuerpo causal en que casi el único color era el anaranjado.<br />
A pesar de esto, las autoridades encargadas de presidir esa etapa de la evolución les<br />
permitieron individualizarse porque, de continuar evolucionando en el reino animal hubieran<br />
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