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Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste

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La <strong>Vida</strong> <strong>Interna</strong> - C.W. <strong>Leadbeater</strong><br />

el que las partículas mentales girarán unas alrededor de otras hasta aglomerarse en una<br />

especie de verruga, y mientras esta verruga no desaparezca por desgaste o por forzada<br />

extirpación, el hombre no podrá utilizar esa parte de su cuerpo mental ni discurrir con acierto<br />

sobre el tema, porque la concreción de las partículas impide su movimiento y al hombre le<br />

resulta imposible ver el objeto con claridad ni recibir nuevas impresiones sobre el mismo, ni<br />

pensar en él con imparcialidad.<br />

Estos puntos enfermizos del cuerpo mental, por desgracia, son también focos de infección,<br />

pues la incapacidad de juzgar lúcidamente se amplia en mayor grado a otros asuntos. Cuando<br />

una parte del cuerpo mental queda estancada análogamente quedan afectadas las demás, y si<br />

el hombre cede al prejuicio en un asunto, probablemente caerá en prejuicios respecto de otros<br />

asuntos, porque el saludable flujo mental queda interrumpido y se contrae el hábito de la falta<br />

de sinceridad. El prejuicio religioso es el más común y grave, hasta el punto de impedir todo<br />

pensamiento racional sobre materia religiosa. Por desdicha, la mayor parte de las personas<br />

tienen inactiva, osificada y llena de verrugas la parte de su cuerpo mental correspondiente al<br />

pensamiento religioso, de tal manera, que son incapaces de darse cuenta del verdadero<br />

concepto de la religión hasta que una violenta sacudida deshace su costra mental.<br />

Recordaremos que en El Hombre Visible e Invisible hay láminas demostrativas del cuerpo<br />

astral del devoto y del científico, cuyas respectivas variantes, con las cuales nos encontramos<br />

a menudo, son el intuitivo y el positivista. En el cuerpo mental de este último predomina el<br />

color amarillo y las zonas cromáticas están ordenadas regularmente. Tiene menos emotividad<br />

e imaginación que el intuitivo y, por lo tanto, menos energía y entusiasmo en determinados<br />

procedimientos, pero en cambio no está expuesto a errores y, por lo general, hace las cosas<br />

bien y con cuidado. En el vehículo del intuitivo predomina el azul, aunque todos los colores<br />

son vagos y el cuerpo entero está mal ordenado. Sufre mucho más que el positivista, pero este<br />

sufrimiento le capacita para progresar rápidamente. Desde luego que tanto la vehemencia y el<br />

entusiasmo como la firmeza y la regularidad tienen cabida en el hombre perfecto. La cuestión<br />

está en cuál de dichas cualidades se adquiere primero.<br />

El misticismo y las facultades psíquicas están indicados por colores sin equivalencia en el<br />

plano físico. Cuando el hombre adelanta algún tanto en ocultismo, ha de proceder desde luego<br />

a purificar su cuerpo mental y colocarlo en perfecto orden de funcionamiento, pues todas sus<br />

partes le serán necesarias y han de estar todas en su máximo punto de eficacia si de veras<br />

quiere progresar. Es rigurosamente indispensable que pueda forjar formas mentales claras y<br />

vigorosas y convendrá mucho para su ayuda y consuelo que las perciba claramente. No hay<br />

que confundir la creación con la percepción de las formas mentales. Puede que un hombre<br />

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