Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste
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La <strong>Vida</strong> <strong>Interna</strong> - C.W. <strong>Leadbeater</strong><br />
disminuido esta conciencia también es posible en los subplanos quinto y cuarto, pero en los<br />
demás, sólo podría comunicarse con el mundo físico por efecto de la especial e intensa<br />
evocación de un médium, e incluso esto será sumamente difícil si el hombre astral está en el<br />
primer subplano.<br />
La mayor o menor capacidad del hombre para ver y observar desde el plano astral los<br />
acontecimientos del mundo físico depende de su carácter, disposición de ánimo y estado de<br />
desarrollo. La mayoría de las personas buenas y honradas que vivieron rectamente atraviesan<br />
los subplanos inferiores antes de despertar la conciencia astral y, por lo tanto, no pueden<br />
relacionarse con nada de naturaleza terrena. Sin embargo, algunos de ellos se ponen en<br />
contacto con el mundo físico impelidos por la vivísima ansiedad respecto de sus seres<br />
queridos.<br />
Las personas de moralidad no tan elevada tienen en su constitución más materia de los<br />
subplanos inferiores del astral y, por lo tanto, su capacidad es mucho mayor para ver lo que<br />
sucede en la tierra, sobre todo cuando su pensamiento se concentró esencialmente en las cosas<br />
de este mundo, sin poca o ninguna aspiración espiritual ni mental. Esta baja tendencia se<br />
acrecienta con el uso, y el hombre que al principio es dichosamente inconsciente de cuanto<br />
pasa en la tierra, puede ser desgraciado al poner su atención en ello, sobre todo por las<br />
manifestaciones egoístas de dolor de los supervivientes. Entonces se esfuerza en apartarse del<br />
contacto con esta vida a la que ya no pertenece; en ese caso, su capacidad de ver las cosas<br />
terrenas aumenta durante algún tiempo y después sufre mentalmente cuando esta capacidad<br />
desaparece. Este sufrimiento deriva de la irregularidad con que, por su propia actuación,<br />
perturbó la vida actual, pues es absolutamente impropia de la evolución post-mortem normal<br />
y ordenada. Si alguien se lamentara de que de este modo el desencarnado no ve el mundo<br />
físico tal como es, debemos responderle que ni los desencarnados ni tampoco los vivientes<br />
ven el plano físico tal y conforme es en realidad, pues la mayor parte de nosotros sólo vemos<br />
de él las partes sólidas y líquidas, y somos completamente ciegos para las mucho más vastas<br />
porciones gaseosas y etéricas. El desencarnado no ve en modo alguno la materia física, ni<br />
siquiera toda la contraparte astral respectiva, sino tan sólo la parte correspondiente al<br />
subplano en que se encuentra. El único que ve en toda su amplitud e integridad los mundos<br />
físico y astral es el que durante su vida terrena desarrolló la visión etérica y astral.<br />
Otra dificultad con la que tropiezan los desencarnados es que no siempre reconocen<br />
acertadamente la contraparte del cuerpo físico aunque lo vean. Necesitan mucha experiencia<br />
antes de lograr la clara identificación de los objetos y todo intento de manejarlos suele ser<br />
muy vago e impreciso, como ocurre en las casas frecuentadas con las piedras que arrojan, o<br />
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