Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste
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LOCALIZACIÓN DE SUBPLANOS<br />
La idea de lugar conviene tan sólo en limitada extensión a los subplanos del astral.<br />
Indudablemente, aquí sobre la superficie de la tierra nos rodea materia de todos los subplanos,<br />
y el hombre viviente que usa su cuerpo astral durante el sueño del físico se pone<br />
simultáneamente en contacto con todos ellos y es capaz de recibir sus impresiones. Así es que<br />
si yo uso mi cuerpo astral durante el sueño y miro el cuerpo astral de otro viviente, veré que el<br />
conjunto de él contiene materia de todos los subplanos. Pero, en la mayoría de los<br />
desencarnados, la materia de su cuerpo astral se reorganiza con arreglo a la tónica del<br />
elemental del deseo y, en términos generales, sólo una clase de materia astral es capaz de<br />
recibir impresiones.<br />
Lo que normalmente llamamos “visión” astral, no es por completo tal visión, porque esta<br />
palabra supone el uso de un órgano especializado para recibir determinadas vibraciones. La<br />
percepción astral obedece a un plan del todo diferente. Suele decirse que un hombre puede<br />
“ver” con cualquier parte de su cuerpo astral, esto es, que todas las partículas de su cuerpo son<br />
capaces de recibir las sensaciones del exterior y transmitidas a la con ciencia interna. Sin<br />
embargo, no todas las partículas son capaces de recibir todas las sensaciones posibles.<br />
Por ejemplo, sólo cabe reconocer la clase inferior de materia astral por medio de la materia<br />
de la misma subdivisión existente en el cuerpo astral del observador, el cual recibe sus<br />
vibraciones mediante las partículas de aquella clase inferior de materia que en el momento de<br />
la percepción están en la superficie de su cuerpo astral. Pero, como durante la vida todas las<br />
partículas del cuerpo astral están en constante movimiento entre sí como las de un líquido en<br />
ebullición, inevitablemente, sucede que en la superficie del cuerpo astral hay materia de todos<br />
los subplanos y por esto el observador puede ver simultáneamente todo el plano astral.<br />
El hombre ordinario, después de la muerte sólo tiene una clase de materia en la superficie de<br />
su cuerpo astral a consecuencia de la ordenación concéntrica por capas que determina el<br />
elemental del deseo y, por lo tanto, la visión del mundo astral que le rodea es muy imperfecta.<br />
Si, abroquelado en una concha de materia astral del séptimo subplano mira el cuerpo astral de<br />
un viviente, sólo podrá ver de él la parte constituida por el ínfimo tipo de materia, pero como<br />
carece de medios para percatarse de la limitación de sus facultades perceptivas, se figura que<br />
ve todo el cuerpo astral de la otra persona y, por lo tanto, le considera como si sólo poseyese<br />
las bajas cualidades que únicamente pueden manifestarse en la materia del séptimo subplano.<br />
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