Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste
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La <strong>Vida</strong> <strong>Interna</strong> - C.W. <strong>Leadbeater</strong><br />
por medio el alcohol. El irlandés vulgar acaso podrá beber más que su homólogo inglés, pero<br />
los pensamientos de aquel son, en general, mucho más puros y elevados. Para el irlandés<br />
todas las mujeres son sagradas a causa de la Virgen Madre, a la que reza en sus oraciones, y<br />
las estadísticas demuestran que los crímenes contra el sexo débil son mucho más raros en Erin<br />
que en Albión. El inglés procura ser exacto en lo que dice, pero el irlandés pospone la<br />
exactitud a la cortesía y la complacencia. En resumen, irlandeses e ingleses pertenecen a dos<br />
subrazas diferentes que evolucionan en distinta dirección y únicamente los individuos más<br />
discretos y magnánimos de cada una de ellas puede comprender el carácter y disimular las<br />
genialidades de los de la otra.<br />
Es muy probable que a la pobreza y al atraso de Irlanda hayan contribuido diversas causas<br />
combinadas. Sin evocar ninguna de las enojosas causas sobre las cuales contienden los<br />
partidos políticos, el ocultista puede examinar con interés, al menos, una causa no sospechada<br />
por aquellos que discuten la cuestión en este prosaico siglo veinte, y que es la consecuencia<br />
de una maldición pronunciada contra la raza (o mejor diríamos un hechizo que pesa sobre<br />
ella) hace más de dos mil años, en tiempos de la conquista milesia. Los que hayan estudiado<br />
la historia de Irlanda recordarán cuán persistentemente se afirma que los milesios invasores<br />
sometieron a vasallaje a la raza de todo punto superior a la que habían vencido, porque la<br />
alucinaron con el espejismo de una gran ilusión. Esta leyenda tiene un fundamento cierto. Los<br />
sacerdotes de la religión milesia estaban muy versados en ciertas clases de magia, y al<br />
conquistar el país lo llenaron de potentes focos magnéticos, en trechos de unos cuantos<br />
kilómetros, hasta formar una red que cubrió toda la parte meridional y occidental de la isla, de<br />
modo que todavía hoy, al cabo de dos mil años, irradia de ellos enérgica influencia.<br />
Todavía quedan numerosas huestes de espíritus de la naturaleza de cierta índole que se<br />
sienten irresistiblemente atraídos hacia estos centros, a cuyo alrededor triscan, se empapan de<br />
su influencia e inconscientemente se convierten en sus mensajeros y la difunden por<br />
dondequiera que van.<br />
El hechizo que los sacerdotes milesios lanzaron sobre los habitantes del país tuvo como<br />
doble finalidad desunirlos y aletargarlos, de manera que nunca pudieran obrar<br />
concertadamente y solidariamente, sino que anduvieron siempre en discordias intestinas y<br />
quedaran apáticamente sometidos al dominio del que manejara o heredara el poder magnético.<br />
Si algún gobernante inglés hubiese conocido suficientemente la magia para comprender y<br />
utilizar esta herencia de los sacerdotes milesios, la historia de Irlanda hubiera sido otra. Como<br />
sea que el anglosajón es, por lo general, un zafio y supino ignorante y un incrédulo acerca del<br />
aspecto mágico de la naturaleza, sucedió que, consciente o inconscientemente, la iglesia<br />
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