Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste
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LA CADENA TERRESTRE<br />
Pasábamos justamente de trasponer el punto medio de la evolución de nuestra cadena de<br />
mundos. Ha e haber siete rondas, o sean siete jornadas en que cada una de ella pase por los<br />
siete globos. Ya se han hecho tres de estas jornadas o rondas y estamos ahora en el cuarto<br />
globo (el intermedio de los siete) y en la cuarta ronda. El punto medio de nuestro período<br />
mundial debió ser el apogeo de la cuarta raza raíz, la atlante, y como ahora estamos en un<br />
período relativamente primitivo de la quinta raza raíz, es evidente que acabamos de pasar el<br />
punto medio del período. Sin embargo, no sabemos si el punto medio de la evolución coincide<br />
con el punto medio del tiempo, pues ignoramos si todas las rondas o todas las razas raíces<br />
tienen la misma duración. Según dijimos antes, las probabilidades son que difieran, y tal vez<br />
difieran notablemente, pues existen motivos para pensar que las rondas futuras serán más<br />
cortas que las pasadas.<br />
Como ya explicamos, es inútil computar por años normales la duración de períodos tan<br />
dilatados. Hace algunos años nos tomamos mucho trabajo en comprobar una de las remotas<br />
fechas citadas en La Doctrina Secreta, la de los dieciséis millones y medio de años<br />
transcurridos desde la separación de sexos en el promedio de la tercera raza raíz. Encontramos<br />
que esta separación fue un largo proceso que duró más de un millón de años, efectuándose en<br />
distintos períodos y en diferentes lugares del mundo. Fijamos la época en que parecía haberse<br />
cumplido totalmente, computando el tiempo transcurrido desde entonces hasta ahora por<br />
medio de la observación de ciertos cambios astronómicos, y nuestro resultado sólo discrepó<br />
en cien mil años del expuesto por Blavatsky. Como sea que el cómputo de años lo realicé<br />
después de la muerte de nuestra Maestra y por métodos absolutamente diferentes de los que<br />
ella empleó, creo que puede aceptarse como corroboración satisfactoria.<br />
De todo cuanto observé en el transcurso de mis investigaciones, deduje que los primitivos<br />
cambios radicales en la constitución del hombre duraron dilatadísimos períodos de tiempo;<br />
pero que los cambios posteriores relacionados con el desarrollo de las civilizaciones se<br />
realizaron con mucha más rapidez, de modo que pueden computarse por miles de años,<br />
mientras que los cambios primitivos han de computarse por millones. Pero, prescindiendo de<br />
fechas acerca de la primera parte de esta estupenda evolución, echemos una rápida ojeada a la<br />
obra llevada a cabo desde entonces en esta cadena terrestre.<br />
Antes de que el sistema solar fuese traído a la manifestación, el Logos forjó en Su mente el<br />
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