Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste
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LA LEY DE EQUILIBRIO<br />
Al considerar la vida del hombre hemos de tener en cuenta tres fuerzas principales que<br />
actúan recíprocamente y se limitan mutuamente, a saber: el continuo impulso de la<br />
evolución, la ley de causa y efecto a lo que llamamos karma, y el libre albedrío<br />
humano. La acción de la fuerza evolutiva, en todo lo que se nos alcanza, no tiene<br />
ninguna relación con el placer o el dolor del hombre, sino tan sólo con su progreso, o<br />
mejor dicho, con sus ocasiones de progresar. Podría decirse que la acción de dicha ley<br />
prescinde de si el hombre es feliz o desgraciado y que unas veces le impulsa a la<br />
felicidad y otras a la desgracia, según mejor convenga a la oportunidad de educir la<br />
virtud particular en cuya formación está empeñada en aquel momento. El karma se nos<br />
manifiesta como fruto de la acción del libre albedrío del hombre en el pasado. Acumuló<br />
energías que proporcionarán ocasiones de actuar a la fuerza evolutiva o limitarán su<br />
actuación. Así pues, el uso que ahora haga el hombre de su libre albedrío es un tercer<br />
factor.<br />
La doctrina del karma explica que el progreso y el bienestar son resultado de las<br />
buenas acciones; pero no debe tergiversarse el verdadero significado del bienestar y de<br />
las buenas acciones. El objeto del plan divino, por lo que a nosotros respecta, es la<br />
evolución de la humanidad y, por lo tanto, el hombre que mejor actúa es el que más<br />
hace para el adelanto de la evolución de los demás, tanto como para el de la suya<br />
propia. El que proceda así en todo cuanto de él dependa y esté en su mano hacer<br />
durante una vida, con toda seguridad que en la próxima tendrá mayores y más<br />
amplias oportunidades. Estas pueden ir acompañadas de riqueza y de poder<br />
mundanos, cuya posesión suele proporcionar las ocasiones requeridas; pero no son<br />
en absoluto parte esencial del karma, y conviene tener presente que el resultado del<br />
servicio útil siempre es la oportunidad de prestar ulteriores y mayores servicios, sin<br />
considerar las subsiguientes concomitancias de esa oportunidad como una<br />
intrínseca recompensa de la buena obra realizada en la última encarnación.<br />
Instintivamente, la utilización de las palabras premio y castigo repugna, porque<br />
parecen indicar la existencia de un ser irresponsable que premie o castigue a su<br />
antojo. Tendremos una idea más fiel de la actuación del karma si lo consideramos<br />
como el restablecimiento necesario del equilibrio perturbado por nuestra acción,<br />
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