Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste
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La <strong>Vida</strong> <strong>Interna</strong> - C.W. <strong>Leadbeater</strong><br />
adaptarse al nuevo género de vida más civilizado o retirarse a las comarcas menos ventajosas.<br />
La Tierra distaba mucho de estar tan sosegada como ahora. Los terremotos y las erupciones<br />
volcánicas eran todavía dolorosamente frecuentes y la vida muy precaria. La configuración<br />
terrestre difería por completo de la actual, y las montañas alcanzaban magníficas alturas<br />
desconocidas de nosotros. Había enormes cataratas y también eran muy comunes los<br />
remolinos o trombas de agua.<br />
Cuando la raza pasó al planeta Mercurio mejoró notablemente. Se intensificaron los afectos<br />
y los hombres dieron señaladas pruebas de altruismo, compartiendo su sustento en vez de<br />
disputárselo, como hicieran frecuentemente en las primeras etapas. La presencia de los<br />
hombres lunares dio un gran impulso al progreso, Y aunque la masa general de la humanidad<br />
era todavía muy animálica y poco desarrollada, empezaron a notarse rasgos de cooperación y<br />
civilización rudimentaria. Como quiera que no haya mucho que decir con respecto al sexto y<br />
séptimo planetas, pasaremos a considerar nuestra cuarta ronda, a la cual pertenecemos.<br />
Cuarta ronda.– Durante ella, en el globo A, la mente se definió en el nivel mental inferior,<br />
de manera que se puede decir que en esta ronda el hombre empezó a pensar. Al principio, el<br />
resultado del pensamiento no fue bueno en absoluto. En las rondas anteriores el hombre no<br />
estaba lo bastante desarrollado para generar gran cantidad de formas mentales, por lo que la<br />
esencia elemental de los globos sólo había sido afectada por los pensamientos de los devas<br />
que todo lo armonizaron y pacificaron; pero esta condición placentera se perturbó<br />
notablemente en cuanto el hombre dio rienda suelta a sus pensamientos egoístas y<br />
discordantes. Sobrevinieron la lucha, la inquietud y la discordia y el reino animal se apartó<br />
resueltamente del hombre, sintiendo desde entonces temor y odio hacia él.<br />
Al comienzo de la cuarta ronda todos los arquetipos humanos fueron transportados, entre<br />
otros los de razas todavía no llegadas a la existencia. Examinando estos arquetipos se ve lo<br />
que ha de ser el hombre futuro. Tendrá vehículos más delicados en todos conceptos, de<br />
aspecto más hermoso, cuyas formas expresarán su potente espiritualidad.<br />
Cuando en esta cuarta ronda llegó a Marte la oleada de vida, allí había además de la<br />
humanidad ordinaria en estado latente, otra raza de índole repulsiva a la que en La Doctrina<br />
Secreta se da el nombre de “terribles y malignos hombres acuáticos”, descendientes del tipo<br />
rezagado en la ronda anterior por inepto para el progreso, y que desde entonces se habían<br />
ocupado en desenvolver el aspecto siniestro de su naturaleza. Su forma usual era mitad reptil<br />
y mitad mono, con horrible aspecto de tarántula alrededor de los ojos, y se deleitaban en la<br />
malicia y en la crueldad. También parecen haber tenido algo de poder magnético, de ínfimo<br />
orden, y fueron una especie de edición primitiva de los malakurumbas descritos por Blavatsky<br />
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