Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste
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maneras.<br />
La <strong>Vida</strong> <strong>Interna</strong> - C.W. <strong>Leadbeater</strong><br />
El asesino puede ser, a su vez, asesinado en otra encarnación; pero también puede<br />
agotar mucho más satisfactoriamente su karma si en la encarnación siguiente tiene la<br />
oportunidad de salvar la vida de la que fue su víctima a costa de la suya. A veces, ni<br />
siquiera tiene que perder la vida para expiar su crimen, pues entre los muchos casos que<br />
hemos examinado, observamos uno en que el asesino pagó la deuda con la paciente<br />
dedicación de otra existencia al servicio del en un tiempo asesinado.<br />
Hay un gran acopio de karma de menor cuantía que se resume en una especie de fondo<br />
común. El escolar que maliciosamente hostiga a su compañero no tendrá que<br />
encontrarse con él mil años después en otro país para que a su vez le hostigue, aunque es<br />
indudable que incluso en menudencias como ésta se hará justicia a entrambas partes. En<br />
el transcurso de la vida dedicamos leves atenciones y favores a las personas que<br />
tratamos, así como, por descuido y, a veces sin proponérnoslo, las perjudicamos también<br />
levemente de pensamiento, palabra y obra. Todo esto nos allega el resultado<br />
correspondiente, bueno o malo; y además, aunque no nos demos cuenta, en esas<br />
ocasiones somos agentes del karma. La desenvuelta amabilidad que demostremos no<br />
tendrá eficacia si la persona a quien la dirigimos no es digna de ella; y el imprudente<br />
desdén no hará mella en el desdeñado si no lo merece por alguna acción del pasado.<br />
No es fácil deslindar los límites de los dos karmas, o sea el que se regula entre dos<br />
personas y el que se resume en un fondo común. Desde luego que toda influencia en<br />
otro individuo pertenece a la primera categoría, y las menudas contrariedades y<br />
vicisitudes de la vida ordinaria corresponden a la segunda; pero por ahora, no tenemos<br />
medios de conocer exactamente hasta qué punto ha de llegar la influencia para incluirla<br />
en la primera categoría.<br />
Conviene advertir que en el karma de mayor importancia y gravedad hay algo que<br />
nunca alcanzará a extinguir personalmente el individuo. En toda la serie de nuestras<br />
vidas pasadas y futuras, ningún beneficio supera al otorgado por los Maestros dándonos<br />
acceso a las enseñanzas teosóficas; y sin embargo, no podemos pagárselo<br />
individualmente, puesto que nada necesitan de cuanto nosotros pudiéramos darles. Pero<br />
esta abrumadora deuda ha de satisfacerse como todas las demás, y la única manera de<br />
saldarla es transmitir a otros el conocimiento. Así pues, vemos que hay otra clase de<br />
karma que también puede decirse que va a un fondo común, aunque no en el mismo<br />
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