Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste
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La <strong>Vida</strong> <strong>Interna</strong> - C.W. <strong>Leadbeater</strong><br />
subraza había crecido hasta algo más arriba. Los labios gruesos y groseros, y la nariz chata y<br />
ancha, habiendo sobrevivido estas características, aunque algo suavizadas, en los negros<br />
actuales, que son sus más cercanos representantes.<br />
Actualmente ya no existe ninguna raza de sangre lemuriana pura, si bien los pigmeos de<br />
África central parecen ser un fragmento aislado de la cuarta subraza, cuya estatura ha ido<br />
reduciéndose en el transcurso de millones de años, de acuerdo con la extraña ley que va<br />
reduciendo la talla de una raza decadente. Muchas tribus negras tienen una mezcla<br />
considerable de sangre atlante. Así, por ejemplo, los zulúes son los parientes cercanos de la<br />
subraza tlavatli de los atlantes, aunque el color y algo de las facciones sean lemurianos. Los<br />
hombres de esta séptima subraza fueron grandes constructores, a estilo ciclópeo basto, y<br />
también tenían una tosca idea del arte.<br />
Durante la tercera raza raíz tuvo lugar uno de los más grandiosos acontecimientos<br />
relacionados con la evolución humana: el descenso de los Señores de la Llama del planeta<br />
Venus. Ya dijimos que Venus está mucho más adelantado en la evolución que nuestra cadena<br />
terrestre y, como consecuencia, algunos de sus adeptos son capaces de moverse libremente en<br />
el sistema solar y acudir con su ayuda donde sea necesario.<br />
Se había realizado el esfuerzo de impulsar a los miembros rezagados de nuestra humanidad,<br />
deparando a los que la necesitaban la ocasión complementaria de evolucionar que les ofrecían<br />
las primera, segunda y tercera rondas. Una vez logrado este propósito, los Señores de Venus<br />
descendieron para estimular con su formidable impulso, la individualización del mayor<br />
número posible de las entidades más rezagadas, antes de que se “cerrasen las puertas” o sea,<br />
el período en que, en bien de la ulterior evolución, ya no se pueden admitir en el reino<br />
humano más entidades procedentes del reino animal.<br />
Esta cohorte de Grandes Seres descendió de Venus para dirigir la evolución de la Tierra. Su<br />
jefe, llamado en los libros sagrados hindúes el Sanat Kumara, está auxiliado por tres<br />
lugartenientes y además por unos veinticinco adeptos en calidad de ayudantes.<br />
Un centenar de hombres de la humanidad ordinaria de Venus, prohijados por los Grandes<br />
Seres, vienen con Ellos a la Tierra y se entrefunden en la humanidad terrena.<br />
De esta hueste de Grandes Seres La Doctrina Secreta dice que infundieron la chispa mental<br />
en los amentes y despertaron en ellos la inteligencia. Sin embargo, esta expresión simbólica<br />
no debe inducirnos al error de creer que los Señores de la Llama infundieron una parte de Sí<br />
mismos en los cuerpos humanos. Su acción fue más bien de estímulo magnético y fulguraron<br />
sobre las gentes como el sol sobre las flores, atrayéndolos hacia lo alto y capacitándolos para<br />
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