Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste
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EL KARMA EN LA VIDA CELESTE<br />
En los primeros tiempos de nuestros estudios teosóficos considerábamos el mundo físico<br />
como el mundo de las causas y los otros dos mundos como los del efecto. Se suponía que el<br />
hombre, durante la vida física, generaba karma y lo extinguía en los planos astral y mental,<br />
considerándose casi herética la idea de que pudiera engendrar más karma si siquiera en el<br />
plano astral.<br />
Cuando, pasado el tiempo, algunos de nosotros estudiamos directamente las condiciones<br />
astrales, se puso en evidencia lo erróneo de semejante opinión, puesto que nos resultaba<br />
manifiestamente posible realizar en el plano astral acciones causantes de ulteriores efectos.<br />
Pronto advertimos que el hombre, tanto con cuerpo físico como sin él, puede producir<br />
igualmente dichos efectos y que cualquier hombre algo evolucionado es, a todos los efectos,<br />
tan activo en la vida astral como lo fue en la física, pudiendo favorecer o estorbar no sólo su<br />
propio progreso, sino el de los demás, lo mismo antes que después de la muerte física, por lo<br />
cual siempre está generando karma de la mayor importancia.<br />
Este concepto modificado de las condiciones de ultratumba fue abriéndose paso<br />
gradualmente en nuestra literatura y hoy es aceptado por todos los teósofos, pero muchos años<br />
después de corregido este error todavía sosteníamos la idea de que, al menos en el mundo<br />
celeste, el hombre no hacía más que disfrutar de las condiciones por él mismo establecidas<br />
durante las precedentes etapas de su existencia. En general, así sucede con el hombre vulgar,<br />
aunque no siempre nos demos cuenta de que en el transcurso de su goce el morador del<br />
mundo celeste afecta a otros seres y, por lo tanto, produce resultados.<br />
El que elevó su conciencia al nivel del cuerpo causal ha identificado su personalidad con la<br />
individualidad (según la antigua terminología) y, por lo tanto, no está sometido a las mismas<br />
condiciones que la masa general de la humanidad. Un hombre tan evolucionado dispone de la<br />
conciencia del ego durante toda su vida física, sin que la muerte del cuerpo carnal le afecte<br />
para nada. ni siquiera las de los cuerpos astral y mental. Para él, la serie de encarnaciones es<br />
una sola y larga vida y cada una de ellas un día de dicha vida. En el transcurso de su<br />
evolución humana actúa con plena conciencia, y por lo tanto genera karma en cualquiera de<br />
los períodos de su vida, de modo que si bien su condición en determinado momento es el<br />
resultado de las causas establecidas en el pasado, no hay un instante en que no modifique su<br />
condición por el ejercicio del pensamiento y de la voluntad.<br />
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