Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste
Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste
Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
La <strong>Vida</strong> <strong>Interna</strong> - C.W. <strong>Leadbeater</strong><br />
físico del animal sin poder ir al devachán o svarga si es un petra o que viene de la tierra, ni<br />
tampoco renacer por entonces en forma humana si procede del devachán. Verdaderamente,<br />
está sufriendo una pena aflictiva encadenado a un animal. Es consciente en el mundo astral,<br />
conserva sus facultades humanas, pero no puede gobernar el cuerpo bruto al que está ligado ni<br />
manifestarse por medio de él en el plano físico. El cuerpo del animal no posee el mecanismo<br />
necesario para la expresión autónoma del ego humano. Puede servir de cárcel, pero no de<br />
vehículo. Además, el alma del animal no sale de su propio cuerpo sino que sigue siendo su<br />
gobernante.”<br />
“Shankarâchârya alude muy claramente a esta diferencia entre el encierro por castigo en un<br />
cuerpo animal y la conversión del hombre en piedra, árbol o bruto. El encierro no es<br />
reencarnación y yerran quienes por tallo toman, pues, por estar al corriente de los referidos<br />
fenómenos siempre diré que el ego humano no puede reencarnar en un animal ni convertirse<br />
en animal. No es sólo ésta la vicisitud a que se expone un alma degradada en el mundo astral,<br />
y algo de ello insinúan los Shâstras hinduístas, pues lo expuesto es parcial y muy<br />
incompleto.”<br />
“Si el ego no está lo bastante degradado para merecer un absoluto encarcelamiento, pero<br />
tiene el cuerpo astral muy embrutecido, podrá renacer normalmente, aunque su nuevo cuerpo<br />
físico reproducirá las características animales, como demuestran esas personas cuyas<br />
facciones repulsivas reflejan las líneas del cerdo, perro, primate, loro, etc.”<br />
“Cuando el hombre se entrega a vicios bestiales se acarrea penas más terribles de lo que<br />
imagina, porque las leyes naturales obran inflexiblemente y proporcionan a cada cual la<br />
cosecha de lo que siembra. Muy grande es el sufrimiento infligido a la entidad humana<br />
consciente cuyos extravíos la separan temporalmente de la línea del progreso y de su<br />
expresión autonómica; pero en cambio, este sufrimiento le sirve de enmienda y es análogo al<br />
de otros egos ligados a cuerpos físicos con un cerebro enfermo o inútil, como los idiotas,<br />
locos, memos, etc. La idiotez y la locura son el resultado de vicios de distinta índole de los<br />
que conducen a la esclavitud animal; pero, en estos casos, el ego también queda atado a una<br />
forma en la que no se puede manifestar.”<br />
Estos ejemplos explican, hasta cierto punto, la difundida superstición de que en<br />
determinadas circunstancias el hombre puede reencarnar en el cuerpo de un animal. Los libros<br />
orientales consideran como tres vidas separadas las que nosotros debemos considerar como<br />
tres distintas etapas de una sola vida. Cuando se dice que un hombre al morir en el plano<br />
físico renace en seguida en el plano astral, se quiere decir con ello que entonces empieza su<br />
vida total y especializada en dicho plano, y de la misma manera, lo que nosotros llamamos el<br />
15