Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste
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La <strong>Vida</strong> <strong>Interna</strong> - C.W. <strong>Leadbeater</strong><br />
fácilmente lo que hay escrito en ella. El otro método consiste en la escritura manual<br />
taquigráfica, tan veloz como la palabra y, por lo tanto, muy complicada y de difícil<br />
aprendizaje. En esta escritura están impresos todos los libros en forma de rollos de metal muy<br />
delgado y flexible. Los caracteres impresos son sumamente diminutos, por lo que han de<br />
leerse por medio de una lupa convenientemente fijada en un soporte provisto de un<br />
mecanismo que va desenvolviendo el rollo de metal ante la lupa, a la velocidad deseada por el<br />
lector, que puede leer sin necesidad de tocar el libro para nada.<br />
Por todas partes se descubren en Marte signos de una civilización muy antigua, porque los<br />
habitantes han conservado la tradición de todo cuanto se conocía en la época en que la gran<br />
oleada de vida de la humanidad ocupó el planeta, y han añadido a ello muchos otros<br />
descubrimientos. La electricidad es la única fuerza motriz y el empleo de toda clase de<br />
máquinas agrícolas está generalizado.<br />
La gente, en su mayor parte, es perezosa, sobre todo una vez pasada la adolescencia; pero<br />
como la población es poco numerosa, pueden vivir con mucho desahogo. Han amaestrado<br />
diversas clases de animales domésticos, hasta el extremo que obtienen de ellos una<br />
cooperación inteligente no conocida todavía en la Tierra, pues les sirven de criados y de<br />
labriegos sin necesidad de vigilarlos ni dirigirlos muy cuidadosamente.<br />
Todo el planeta está regido por una monarquía autócrata y electiva. La poligamia es licita y,<br />
desde muy temprana edad, los hijos pasan a cargo del Estado para su crianza y educación, por<br />
lo que, en la mayoría de las personas, no hay tradiciones de familia y nadie sabe quiénes<br />
fueron sus padres. No hay ley alguna que obligue a esta subrogación de la familia por el<br />
Estado; pero la mayoría consideran la renuncia de sus derechos naturales tan justa y<br />
conveniente para sus hijos que, si algunos padres prefieren criarlos y educarlos en el hogar<br />
doméstico, tildan este proceder de egoísta y perjudicial para el porvenir de los hijos, a los que<br />
dicen que les profesan un cariño puramente animal.<br />
El estado, con semejante sistema, es el tutor común y maestro de la infancia, y las<br />
autoridades escolares de cada distrito están encargadas de orientar la profesión de los alumnos<br />
según las aptitudes que manifiestan y de las que depende su destino en la vida aunque, al<br />
llegar a la edad conveniente, se puede escoger entre un grupo de profesiones distinto para<br />
cada tipo mental. Sin embargo, a los niños que demuestran aptitudes y capacidades talentosas<br />
excepcionales, se les aísla de los demás para educarlos de modo que luego pertenezcan a la<br />
clase gobernante.<br />
El monarca tiene a su obediencia los que podríamos llamar virreyes de vastos distritos que, a<br />
su vez, disponen de gobernadores de comarcas y así, sucesivamente, va delegándose la<br />
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