Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste
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La <strong>Vida</strong> <strong>Interna</strong> - C.W. <strong>Leadbeater</strong><br />
período de vida .consciente en su propio plano, que no excede, como máximo, de<br />
medio siglo.<br />
Hemos observado que los individuos cuyo intervalo es de mil doscientos años<br />
han encarnado sucesivamente en distintas razas durante sus más recientes vidas.<br />
Frecuentemente, los vemos recorrer dos veces el mismo grupo de subrazas,<br />
primero en cuerpos masculinos y después en femeninos, o viceversa.<br />
El destino o el hado de los individuos difiere muchísimo. Algunos prosiguen,<br />
vida tras vida, sin que les ocurra nada de particular; otros están en continua<br />
tribulación, choque tras choque; y, sin embargo, ambos marchan hacia adelante<br />
por el camino que mejor les conviene. Suele suceder que si una persona muere<br />
joven renace en la misma subraza, y cuando recorre dos veces las subrazas toma<br />
sexo contrario la segunda vez. En general, los hindúes representan la primera<br />
subraza de la raza aria, los árabes la segunda, los parsis la tercera, los latinos la<br />
cuarta y los teutones la quinta. El hombre nacido en Francia no necesita renacer en Italia<br />
o España, y lo mismo puede decirse entre Alemania e Inglaterra.<br />
Aquellos cuyo intervalo es de setecientos años parecen más inclinados a encariñarse<br />
con una subraza ya renacer en ella siempre que pueden sin encarnar en otras, más que<br />
ocasionalmente, con objeto de desenvolver determinadas cualidades. Por regla general,<br />
las sucesivas encarnaciones en la misma subraza intensifican sus características, y el<br />
equilibrio proviene de encarnar en varias subrazas, o viajar por tierras extrañas o<br />
convivir con diferentes pueblos. Respecto a esta cuestión, las idiosincrasias del ego<br />
influyen poderosamente. Ya expliqué cómo la arraigada idea que los judíos tienen de<br />
que son un pueblo especial y escogido, los inclina a renacer en su misma raza, y así<br />
ocurre generalmente en todos los individuos poseídos del orgullo de raza.<br />
Incluso el orgullo de familia no deja de producir también sus resultados, y he conocido<br />
varios casos en que un ego, normalmente desarrollado, encarnó dos o tres veces por<br />
orgullo de familia de quedar libre. En un principio se nos dijo que, por regla general, el<br />
ego ha de pasar al menos tres encarnaciones y no más de siete en un sexo antes de<br />
encarnar en el otro; y, aunque la mayor parte de las investigaciones realizadas desde<br />
entonces confirman esta regla general, también nos han mostrado gran número de<br />
excepciones porque algunos individuos encarnan muchas veces en un sexo antes de<br />
pasar al otro, mientras los hay que durante algún tiempo encarnan, alternativamente, en<br />
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