Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste
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La <strong>Vida</strong> <strong>Interna</strong> - C.W. <strong>Leadbeater</strong><br />
obra positiva en el plano astral, pues no saben que pueden trabajar, e incluso aunque lo<br />
supieran probablemente no verían razón alguna para ello. Un hombre puede pasar muy bien el<br />
tiempo en el mundo astral recorriéndolo por doquier y experimentando emociones<br />
placenteras. Esto es lo que a la mayoría les parece lo único que se puede hacer, y se necesita<br />
un poderoso motivo que los decida a emplear el tiempo en ayudar al prójimo. Evidentemente,<br />
el hombre ordinario no tendrá ese motivo, pero al que haya saludado a la Teosofía y<br />
aprendido cuál es la marcha de la evolución y la finalidad de cuanto existe, se le despertará el<br />
ardiente anhelo de ayudar al progreso de esta evolución para que se cumpla su finalidad, y de<br />
poner a su prójimo en camino de comprenderla con objeto de iluminarlos en sus tribulaciones<br />
y allanarles la senda de su progreso.<br />
Ahora bien, cuando un hombre se percata así de su deber, ¿cómo lo ha de llevar a cabo?<br />
Todos somos capaces de ello, en mayor o menor grado, aunque probablemente no estaremos<br />
acostumbrados al cumplimiento de dicho deber. Todo individuo de cultura y desarrollo<br />
regular tiene su cuerpo astral en disposición de actuar, de la misma manera que todos cuantos<br />
gozan de salud normal poseen los músculos necesarios con la fuerza indispensable para nadar;<br />
pero si no saben hacer uso de ellos, será preciso que tomen las lecciones de natación<br />
necesarias antes de nadar con ligereza y seguridad. El inconveniente con que tropieza el<br />
hombre vulgar no es que su cuerpo sea incapaz de actuar, sino que durante miles de años este<br />
cuerpo se acostumbró a moverse tan sólo por los impulsos recibidos del vehículo físico, de<br />
manera que el hombre no advierte que el cuerpo astral puede actuar en su propio plano y por<br />
su propia cuenta, y que la voluntad puede influir en él directamente. En el mundo astral la<br />
gente permanece inconsciente o sin despertar porque están acostumbrados a que las<br />
vibraciones físicas provoquen su actividad astral.<br />
Un hombre puede empezar a servir de auxiliar de varias maneras. Supongamos, por ejemplo,<br />
que muere un pariente o amigo. A fin de comunicarse con él y prestarle ayuda, no hay más<br />
que concentrar el pensamiento en él al irse a dormir con el propósito de servirle en lo que<br />
mayormente necesite. Para esto no hace falta que nadie nos ayude, pues hemos de entender<br />
que tan pronto como dejemos el cuerpo físico por la noche, estaremos junto al desencarnado,<br />
exactamente lo mismo que si estuviéramos en el plano físico. Conviene recordar la necesidad<br />
de desechar toda tristeza, pues influiría nocivamente en él. Si alguien se desespera por la<br />
pérdida de un ser querido, el sentimiento de desesperación le afectará intensamente, porque<br />
las emociones actúan mediante el cuerpo astral y, en consecuencia, los que viven en el cuerpo<br />
astral son mucho más susceptibles de sentirlas que aquellos que tienen cuerpo físico que las<br />
amortigua. Los desencarnados nos ven tan sólo en cuerpo astral y, por lo tanto, perciben<br />
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