Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste
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La <strong>Vida</strong> <strong>Interna</strong> - C.W. <strong>Leadbeater</strong><br />
la simiente de la que han de brotar las formas cuando la oleada de vida llegue al planeta<br />
respectivo, es decir cuando vuelva de nuevo a fijarse en él la atención del Logos planetario.<br />
Estas formas han permanecido siempre existentes en sus respectivos planetas desde que por<br />
primera vez lo ocuparon los hombres lunares animálios en la primera ronda y así no hay<br />
necesidad de una nueva creación en cada globo. La vida que anima estas formas durante el<br />
eclipse relativo de esos planetas también forma parte de la gran oleada y camina hacia<br />
adelante en conexión con ella. Además de proporcionar la simiente para la oleada venidera<br />
desempeña otras funciones pues también sirve de medio de evolución más rápida para cierta<br />
clase de monadas.<br />
Por el tratamiento especial que así reciben es posible que una mónada de la segunda clase<br />
alcance a la primera clase y forme parte de ella. En determinadas circunstancias de anhelo<br />
ferviente por adelantar, si se ve que la mónada pone todo su empeño en vigorizar su propio<br />
perfeccionamiento, los dirigentes pueden separarla de sus compañeras del planeta respectivo y<br />
conducirla a la llamada Ronda <strong>Interna</strong>, encarnando luego entre la limitada población de<br />
Mercurio. En este caso, empleará allí casi el mismo tiempo que de otro modo hubiera<br />
invertido encarnando varias veces en una raza raíz, y luego pasará al planeta astral F. Tras<br />
análoga estancia será transportada sucesivamente a los globos G, A y B. Y por último, a<br />
Marte y a la Tierra.<br />
Como quiera que en cada una de estas esferas, planetas o globos habrá hecho una estancia<br />
casi equivalente al período normal de una raza raíz, la oleada de vida habrá dejado la Tierra<br />
antes de que regrese la mónada en cuestión pero la alcanzará en el planeta Mercurio, donde se<br />
incorporará a las filas de la primera clase de monadas, participando del resto de su evolución<br />
y de sus diversas ocasiones de más rápido desarrollo. Las entidades incluidas en esta<br />
modalidad especial de evolución forman, en nuestra época, la mayoría de los pocos<br />
pobladores de Mercurio y Marte. En Marte también hay algunos restos del primitivo linaje<br />
humano que no estaba preparado para seguir adelante cuando la oleada de vida se transfirió<br />
desde allí a la Tierra. Es una raza inferior a todos los estados humanos que conocemos<br />
actualmente. Probablemente se habrá extinguido antes de que nosotros lleguemos a Marte en<br />
la quinta ronda, puesto que en aquel período parece que no habrá egos necesitados de<br />
manifestación en tan bajo nivel.<br />
De la misma manera, vemos que todos los reinos están representados en los globos astral y<br />
mental. No es muy fácil percibir con nuestra conciencia física la condición de vida de los<br />
reinos inferiores en estos planos superiores. Por ejemplo, la idea de la evolución de un<br />
mineral en el plano mental es incomprensible para las mentes ordinarias. Acaso nos facilitará<br />
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