09.05.2013 Views

Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste

Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste

Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

RECUERDO DE LOS CONOCIMIENTOS PASADOS<br />

Todavía no conocemos con certeza las leyes que rigen la facultad de imprimir el<br />

conocimiento detallado de una vida en el cerebro físico de la siguiente. Las pruebas de<br />

que realmente disponemos parecen demostrar que, por lo general, se olvidan los<br />

pormenores, pero los principios capitales se le representan con evidencia intuitiva a la<br />

nueva mente. Muchos de nosotros, al leer por primera vez en esta encarnación una obra<br />

teosófica hemos exclamado: “Esto es exactamente lo que yo siempre he pensado, pero<br />

no sabía cómo expresarlo.” En algunos casos, aunque parece haber poca memoria de<br />

conocimientos pasados, reconocemos por verdadera la enseñanza apenas nos la<br />

presentan. La señora Besant, en su encarnación de Hypatía, debió conocer,<br />

indudablemente, gran parte de la filosofia de aquella época que no estaba expresada con<br />

claridad en su actual cerebro durante los períodos de la presente encarnación en que<br />

militó en el protestantismo y en el libre pensamiento.<br />

Si hemos de tener confianza en la tradición esotérica, vemos que incluso el mismo<br />

Buddha descendido de los planos superiores con el decidido propósito de nacer para<br />

ayudar al mundo, no tuvo una idea clara de su misión después de tomar el cuerpo<br />

nuevo y, únicamente al cabo de muchos años de indagarlo consiguió recuperar su<br />

pleno conocimiento. Por supuesto que hubiera podido tener este conocimiento<br />

desde un principio si así lo hubiera deseado, pero prefirió someterse al destino<br />

común.<br />

En el caso del Buddha cabe otra explicación. El cuerpo nacido del rey<br />

Suddhodana y de la reina Maya pudo no estar habitado durante la infancia por el<br />

Señor Buddha. Puede que, como hizo Cristo, encomendara a uno de sus discípulos<br />

que cuidara de aquel vehículo para cedérselo a él en cuanto lo necesitase, y puede<br />

que lo tomara en el momento en que el cuerpo ya desfallecía tras las prolongadas<br />

austeridades de seis años de indagar la verdad. Si esto fuera así, resultaría que el<br />

príncipe Siddartha no recordaba ninguno de los anteriores conocimientos del<br />

Señor Buddha porque no era la misma personalidad. Pero, en cualquier caso,<br />

podemos estar seguros de que el ego, el verdadero hombre, siempre sabe lo que<br />

una vez aprendió, aunque no siempre sea capaz de imprimirlo en su nuevo cerebro<br />

sin la ayuda de una sugerencia externa.<br />

200

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!