Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste
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La <strong>Vida</strong> <strong>Interna</strong> - C.W. <strong>Leadbeater</strong><br />
casos, restituye a los fieles la fe perdida en un nivel superior y más razonado.<br />
También otros que no profesaban ninguna religión determinada y que, a pesar de<br />
ser de temperamento religioso habían sido incapaces de aceptar la rigidez de las<br />
enseñanzas ortodoxas, encontraron en la Teosofía las verdades religiosas<br />
expuestas en forma tan razonable y tolerante que las aceptaron de todo corazón.<br />
Entre los miembros de la Sociedad Teosófica hay hinduístas, buddhistas, jainos,<br />
parsis, judíos, musulmanes y cristianos, sin que jamás ninguno de ellos haya oído<br />
de labios de los dignatario s de nuestra Sociedad, ni leído de su pluma, ni una sola<br />
palabra en contra de la religión que profesan. Algunas veces, la obra de la<br />
Sociedad ha reavivado el sentimiento religioso en los lugares donde se estableció.<br />
La razón de ello se comprende fácilmente al recordar que todas las religiones del<br />
mundo derivan de la gran Fraternidad Blanca. En este real, aunque oculto<br />
gobierno del mundo, hay un departamento o ministerio de Instrucción religiosa,<br />
cuyo Jefe ha fundado las diversas religiones, ya sea personalmente, ya por medio<br />
de algún discípulo, adaptando en cada caso las enseñanzas para el pueblo a quien<br />
estaban destinadas y al período correspondiente de la historia del mundo. Todas<br />
son, sencillamente, expresiones diferentes de la misma doctrina, según se puede<br />
deducir de su comparación. Las formas externas varían considerablemente, pero<br />
las cuestiones esenciales siempre son las mismas, porque todas las religiones<br />
recomiendan las mismas virtudes y condenan los mismos vicios, de modo que la<br />
vida cotidiana de un buen buddhista o de un buen hinduísta es prácticamente<br />
idéntica a la de un buen cristiano o un buen musulmán. Todos hacen las mismas<br />
cosas, aunque les dan nombres distintos. Uno emplea mucho tiempo en la oración<br />
y otro en la meditación; pero sus ejercicios son realmente los mismos y todos<br />
están de acuerdo en que el hombre bueno ha de ser justo, amable, generoso y<br />
veraz.<br />
Se dice que hace algunos siglos los principales dignatarios de la Fraternidad<br />
decidieron que, una vez cada cien años, en lo que para nosotros es el último cuarto<br />
de siglo, se hiciese un esfuerzo especial para ayudar de un modo u otro al mundo.<br />
Algunos de estos esfuerzos se pueden ver claramente, como por ejemplo el<br />
movimiento iniciado por Cristián Rosenkrentz en el siglo XIV, simultaneando con<br />
las profundas reformas introducidas por Tsong-kha-pa en el Buddhismo del<br />
Norte; el notable renacimiento de la erudición clásica y el invento de la imprenta en<br />
Europa en el siglo XV; la obra de Akbar en la India en el siglo XVI, al mismo<br />
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