Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste
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La <strong>Vida</strong> <strong>Interna</strong> - C.W. <strong>Leadbeater</strong><br />
El karma prârabdhâ, o sea la suma de karma escogido por las Autoridades para que el<br />
individuo lo agote en la presente vida, se divide en dos partes. La que ha de expresarse<br />
en el cuerpo físico la trazan los Devarâjas en el pensamiento del elemental constructor<br />
del cuerpo al que nos referimos en otro capítulo; pero la otra parte y la mayor, que ha<br />
de indicar el destino del hombre en la vida, su buena o su mala fortuna, se traza en otra<br />
forma de pensamiento que, sin descender del plano mental, cobija al embrión e influye<br />
en el hombre, aprovechando o determinando ocasiones para ir desprendiéndose por<br />
partes, emitiendo una especie de centella para herir, o un dedo para tocar, a veces muy<br />
abajo del plano físico, otras veces tan sólo el astral, y algunas veces, dicha centella o<br />
dedo brota horizontalmente del mismo plano mental.<br />
Este elemental prosigue descargándose hasta agotarse y, entonces, se desvanece como<br />
el otro, o mejor dicho, se desintegra, volviendo su materia a la masa común del plano<br />
mental.<br />
El hombre puede modificar su acción en virtud del nuevo karma que genera<br />
continuamente, o sea, por las nuevas causas que está generando sin cesar. El hombre<br />
poco evolucionado apenas tiene voluntad bastante para generar causas vigorosas, y así,<br />
el elemental mental se va descargando de su contenido según lo que podríamos llamar<br />
su programa primitivo, aprovechándose de los períodos astrológicos oportunos y de las<br />
circunstancias que faciliten o proporcionen mayor eficacia a su obra. De esta manera, es<br />
posible formar con bastante exactitud el horóscopo del hombre. Pero si está lo<br />
suficientemente adelantado para poseer una recia voluntad, es muy posible que el<br />
hombre modifique notablemente la acción del elemental, y que su vida no siga en<br />
absoluto la dirección trazada por el horóscopo. A veces, las modificaciones realizadas<br />
son tales que el elemental no puede descargarse totalmente antes de morir el hombre y,<br />
en este caso, el residuo queda absorbido en la gran masa del karma sanchita, o sea, el<br />
no extinguido todavía, con el que se forma otro elemental más o menos análogo para el<br />
comienzo de la nueva vida física.<br />
Planeando sobre el ego, los clarividentes observan también la gran masa de karma<br />
acumulado. Generalmente, no es un espectáculo muy agradable, pues por la índole de<br />
las cosas contiene más resultados malos que buenos. En el remoto pasado, durante la<br />
primera época de su evolución, la mayor parte de los hombres hicieron muchas cosas<br />
que no debían haber hecho y, en consecuencia, se acarrearon como resultado físico<br />
grandes sufrimientos en la tierra. Hoy día todos los hombres civilizados han llegado, por<br />
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