Leadbeater Charles - Vida Interna 2.pdf - Agricultura Celeste
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La <strong>Vida</strong> <strong>Interna</strong> - C.W. <strong>Leadbeater</strong><br />
con tal de satisfacer su insana ambición; o más tarde todavía, han sido los multimillonarios<br />
norteamericanos faltos de escrúpulos, a los que sus aduladores denominan los “Napoleones de<br />
las finanzas. “<br />
El miedo es otro procedimiento anormal por el que se individualizaron los animales<br />
cruelmente tratados por el hombre, y cuya astucia, desarrollada por los violentos esfuerzos<br />
para comprender y evitar la crueldad, determinó su desprendimiento del alma grupal<br />
formando un ego de muy poca intelectualidad que, al descender a los planos inferiores se ha<br />
de revestir inevitablemente de vehículos mental y astral capaces tan sólo de expresar las más<br />
bajas pasiones, a causa de la naturaleza de sus átomos permanentes.<br />
Una variante de este caso es el tipo de ego en quien la actitud determinada por la crueldad<br />
fue más bien de odio intenso que de temor. Esta fuerza es asimismo bastante capaz de<br />
desarrollar la inteligencia necesaria para dañar al opresor y también por este medio se<br />
adquirió la individualidad.<br />
No es difícil imaginar qué clase de ser humano resultaría de semejante procedimiento, y así<br />
se explica la existencia de los crueles salvajes sedientos de sangre de los que oímos hablar, la<br />
de los inquisidores medievales, y la de aquellos que hoy día torturan a los niños. De ellos se<br />
puede decir, en verdad, que entraron demasiado pronto en el reino humano y que, a su<br />
manera, están expresando algunas e las pésimas características de los tipos más repulsivos de<br />
animales.<br />
Todavía queda la variante de la entidad individualizada por un intenso deseo de dominar a<br />
los demás, como pasa a veces por ejemplo, con el cabestro de una manada de toros. El ego<br />
individualizado de esta manera suele manifestar mucha crueldad y parece complacerse en<br />
ella, acaso porque el torturar a los demás es una demostración de su poder sobre ellos.<br />
Por el contrario, los individualizados a un nivel relativamente inferior pero por un<br />
procedimiento normal como el del afecto, nos proporcionan un tipo de salvajes también<br />
primitivos, aunque de gozoso ánimo e índole placentera que, si bien son salvajes por su<br />
género de vida, no lo son por temperamento, como pasa con algunas tribus de las islas de los<br />
mares del Sur.<br />
Al considerar estas primeras etapas de nuestro desarrollo en la cadena lunar, parece como si<br />
el procedimiento de individualización de un ego fuese fortuito y dependiese de las<br />
“circunstancias ambientales.” Sin embargo, no creo que eso sea así porque el ambiente no es<br />
accidental ni siquiera para los animales, y el azar no puede existir en un universo<br />
perfectamente ordenado. No me sorprendería que ulteriores investigaciones revelaran que el<br />
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