LECTURAS UNO DE AGOSTO DE 2008 - Insumisos

» Por un lado, el partido de izquierda ha organizado los "Comités por el cambio"; y el candidato
lidera el movimiento de los Amigos de Mauricio
En el FMLN ha comenzado a gestarse una lucha interna por ver quién atrae más al votante que no
es de hueso colorado. ¿El candidato presidencial o el partido? Han surgido los Comités por el
Cambio, grupos dirigidos por estructuras de poder dentro del partido que intentan opacar el
trabajo de los Amigos de Mauricio, quienes simpatizan más con Funes que con los ideales
efemelenistas.
La dirigencia farabundista no niega la existencia de los Comités, es más, alienta el movimiento y
asegura que le proveen respaldo para las actividades proselitistas. Aunque dejan claro que es para
el mismo propósito: ganar la presidencia en 2009.
Los Comités por el Cambio, como les ha llamado el partido de izquierda, están integrados por
foráneos: personas que no militan de forma pública en el FMLN pero que se han adherido para
apoyar la campaña electoral.
Similar estructura tienen los grupos que integran el movimiento Amigos de Mauricio, los cuales
han tendido una red a nivel nacional.
La única diferencia es que los Comités están en coordinación directa con los mandos medios
efemelenistas: directivas municipales y los grupos de base (que son los que hacen el trabajo de
campo del partido, bajo el mando de José Luis Merino, alias Ramiro Vásquez). Y los Amigos de
Mauricio no responden a nadie sino a Funes.
La existencia de estos dos grupos ha producido un forcejeo interno en el FMLN que genera
tensión, desconfianza, rivalidad y conflicto, según perciben algunos analistas consultados.
El académico Joaquín Samayoa, director del Departamento de Investigación y Desarrollo Educativo
de Fepade (Fundación Empresarial para el Desarrollo Educativo), explica que la organización de
dos grupos donde cada uno trabaja por su lado; uno al servicio del partido y el otro al servicio del
candidato, denota que ambas partes quieren demostrar su poder de convocatoria y seducción.
"Es una manifestación de tensiones y desconfianzas que existen entre el partido y el candidato. El
candidato quiere tener una clase de apoyo ya que no lo tiene en el partido ni lo va a tener en la
fracción legislativa; su posición es vulnerable y la única forma de tenerlo (el apoyo) es por los
grupos sociales y atrayendo a otros que ya existen", considera el analista.
Samayoa va más allá en su análisis. Opina que Funes quiere demostrarle al FMLN —al rodearse de
grupos de profesionales, empresarios y técnicos que se han sumado al grupo Amigos de
Mauricio— que no está solo y, como dice el académico, "mostrar su fuerza… alguna fortaleza que
le sea propia; sobre lo que él tenga control".
En palabras del analista, ambos, partido y candidato, buscan tener poder sobre lo que cada uno
está creando. Y su explicación a este comportamiento es el siguiente: "Eso sucede cuando el
candidato viene de fuera del partido, cuando no tiene arraigo en el partido", y destaca la
peculiaridad, respecto de otros partidos, que el candidato efemelenista deba armarse de sus
propios grupos de apoyo.