Lectura tercera. Individuo y persona - Fundación Gustavo Bueno
Lectura tercera. Individuo y persona - Fundación Gustavo Bueno
Lectura tercera. Individuo y persona - Fundación Gustavo Bueno
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Lectura</strong> J. <strong>Individuo</strong> y <strong>persona</strong>. VI 165<br />
en la tabla); quiere ser una tabla clasificatoria de Ideas de Persona, o de ideas homologas,<br />
independientemente de que tales ideas se pongan en correspondencia,<br />
en un momento dado, con teorías científicas o teológicas, o filosóficas. Nuestro<br />
objetivo inmediato será ahora el de establecer una clasificación de teorías de la<br />
<strong>persona</strong> que, sin duda, habrán de girar sobre algunas de las ideas delimitadas por<br />
la tabla, supuesto que ella ofrezca una clasificación completa.<br />
2. Criterios para una clasificación de las teorías de la <strong>persona</strong>.<br />
Caben diversos criterios para establecer una clasificación de las diversas teorías<br />
de la <strong>persona</strong> que tengan en cuenta la perspectiva filosófica. El criterio que<br />
aquí utilizamos está en función del planteamiento que hemos hecho de la problemática<br />
filosófica de la <strong>persona</strong> humana y se basa en la distinción entre categorías<br />
e Ideas transcendentales. La importancia dialéctica de esta distinción consiste en<br />
que mediante ella podremos incluir, como veremos, entre las teorías de la <strong>persona</strong>,<br />
de interés filosófico, a todas aquellas concepciones que pretenden negar la necesidad<br />
y aun la posibilidad misma de un tratamiento filosófico de la idea de <strong>persona</strong><br />
humana, argumentando que aquello que puede racionalmente determinarse sobre<br />
las <strong>persona</strong>s humanas, corresponde a alguna ciencia positiva (¿la biología?, ¿la etología?,<br />
¿la psicología?) o bien a una fuente de conocimiento «superior».<br />
Tomando, pues, como criterio la distinción de referencia, podemos inmediatamente<br />
clasificar las concepciones posibles en estos grandes grupos:<br />
A) Ante todo, el grupo de las teorías reduccionistas (de las ideas a categorías)<br />
de la <strong>persona</strong> humana. Para estas concepciones el concepto de «<strong>persona</strong><br />
humana» no es tratado como idea transcendental; será tratado como<br />
un concepto categorial de la Antropología, como pueda serlo el concepto<br />
de «célula» en Biología o el de «sistema termodinámico» en Física. Utilizando<br />
conceptos anteriores diríamos que estas teorías construyen reductivamente<br />
una idea de <strong>persona</strong> (a partir de una categoría) sin llevar a<br />
cabo el proceso de reabsorción transcendental consecutivo.<br />
B) En segundo lugar, el grupo de las que llamaremos teorías metafísicas, entendidas<br />
como aquellas concepciones según las cuales la idea de <strong>persona</strong> es<br />
transcendental (a las diversas determinaciones de los seres humanos, en tanto<br />
son sujetos éticos o morales) pero tiene muy poco o nada que ver con los<br />
conceptos categoriales correspondientes, puesto que está más allá de éstos.<br />
C) En tercer lugar, pondremos al grupo de todas aquellas teorías de la <strong>persona</strong><br />
que, aceptando su carácter transcendental, sin embargo, advierten<br />
su presencia en el terreno de las diversas categorías, tal como están dadas<br />
en el presente. Estas teorías (si nos atenemos a lo que hemos dicho)<br />
habrá que ponerlas en correspondencia con alguna de las seis ideas que<br />
<strong>Gustavo</strong> <strong>Bueno</strong>, El sentido de la vida, Pentalfa, Oviedo 1996