Lectura tercera. Individuo y persona - Fundación Gustavo Bueno
Lectura tercera. Individuo y persona - Fundación Gustavo Bueno
Lectura tercera. Individuo y persona - Fundación Gustavo Bueno
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Lectura</strong> J. <strong>Individuo</strong> y <strong>persona</strong>. VIII 179<br />
nexión entre la idea transcendental de <strong>persona</strong> y la subjetividad individual<br />
con la conexión que media entre la dirección virtualmente recta de<br />
una masa inercial (un planeta o un proyectil) y la trayectoria efectiva que<br />
ese proyectil o ese planeta sigue. Con la inercia se componen las fuerzas<br />
centrípetas, siendo la trayectoria elíptica o parabólica la resultante de esa<br />
composición. ¿Diremos que la dirección rectilínea de la masa inercial es<br />
utópica porque no es seguida de hecho por ningún móvil real, o bien que<br />
ese incumplimiento es coyuntural, y que llegará un día en el cual los planetas<br />
y los proyectiles caminen indefinidamente siguiendo líneas rectas?<br />
La hipótesis es, sobre absurda, ridicula... Ocurre simplemente que el cumplimiento<br />
de la inercia rectilínea es dialéctico, que su cumplimiento tiene<br />
lugar, simultáneamente, con el proceso por el cual se desvía constantemente<br />
de la norma abstracta o ideal, como oscilando, más o menos caóticamente,<br />
en tomo de ella, mientras va trazando su trayectoria empírica.<br />
El ideal transcendental de la <strong>persona</strong>, como sujeto moral, se cumple también,<br />
por tanto, en los momentos en los cuales los hombres se desvían de él. Porque ese<br />
«desvío» no es efecto del influjo de oscuras «fuerzas diabólicas, infrahumanas,<br />
bestiales, o animales» («aún nos queda mucho de gusanos», dice el Zaratustra de<br />
Nietzsche a los hombres cuando les anuncia el Superhombre); resulta del influjo<br />
de las mismas fuerzas que otras veces impulsan al individuo a las alturas «más<br />
gloriosas» de la <strong>persona</strong>lidad.<br />
3. Naturaleza dialéctica del conflicto.<br />
El conflicto es, pues, dialéctico y reside en la misma transcendentalidad de<br />
la <strong>persona</strong>, no en la aplicación «impura» de una «idea pura». Pues la idealidad<br />
transcendental, por así decirlo, es una componente segregada de los fenómenos,<br />
no es un principio previo a los fenómenos. Es la misma universalidad nomotética<br />
de la <strong>persona</strong> aquello que entra en conflicto con el sujeto individual o colectivo,<br />
pero idiográfico y diferenciado de otros individuos idiográficos. El sujeto individual<br />
se define por sus intereses propios y entre ellos cuenta el interés que le mueve<br />
a diferenciarse de los demás, aun cuando éstos sean tan <strong>persona</strong>s como él mismo.<br />
Hay que considerar transcendental, por tanto, al impulso de los individuos a su<br />
diferenciación mutua como <strong>persona</strong>s. El mito de Nalo, rey de Nisa, del Mahbarata,<br />
ilustra admirablemente este conflicto dialéctico: pues el rey Nalo, que pretendía<br />
por sí mismo a Damianti, hija del rey Bima, tiene que ir a competir con los<br />
demás pretendientes a un concurso en el cual espera ser elegido como esposo por<br />
Damianti. Damianti, que va dispuesta a elegir a Nalo, porque aves con alas de oro<br />
le han dicho que él es el más bello y excelente entre los mortales, se ve sometida<br />
a la prueba más dura que puede sufrir su amor a la <strong>persona</strong> de Nalo: ocurrió que<br />
Indra y otros dioses que también estaban prendados de Damianti, van al concurso<br />
y toman todos la figura de Nalo. El texto indio, sin damos más explicaciones, nos<br />
<strong>Gustavo</strong> <strong>Bueno</strong>, El sentido de la vida, Pentalfa, Oviedo 1996