Lectura tercera. Individuo y persona - Fundación Gustavo Bueno
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184 <strong>Gustavo</strong> <strong>Bueno</strong>. El sentido de la vida.<br />
(y en esto se manifestaba una voluntad de reconocer la <strong>persona</strong>lidad más absoluta a<br />
cada individuo humano) Dios es el que crea un alma espiritual cada vez que el cigoto<br />
se reorganiza como embrión, pues el embrión, y, afortiori, el feto (es decir, el<br />
embrión que ya ha alcanzado la forma humana) contiene ya, efectivamente, en su<br />
programa genético, como decimos hoy, preformados o por epigénesis, los rasgos<br />
morfológicos que, a la observación ordinaria, aparecerán sólo con el paso del tiempo<br />
(según Aristóteles a los 40 días en las hembras y los 90 en los varones).<br />
Sin embargo, ya muchos teólogos y médicos escolásticos (cristianos, musulmanes<br />
o judíos) dudaron, en el terreno ontogenético, de la tesis de la animación<br />
inmediata y defendieron la opinión de la animación retardada, referida al<br />
plano ontogenético. Con mucha mayor razón habría que dudar de la tesis de la<br />
<strong>persona</strong>lización inmediata del antropoide hominizado en el plano «filogenético».<br />
En efecto, aquello que antropológicamente se conoce con el nombre de proceso<br />
de hominización no puede confundirse con el proceso de constitución de la<br />
<strong>persona</strong> humana o de las <strong>persona</strong>s. Y no ya por referencia al paleolítico más antiguo.<br />
Las bandas o tribus que han desarrollado un tipo de vida o de cultura inequívocamente<br />
humana, no pueden, sin embargo, considerarse como sociedades<br />
de <strong>persona</strong>s. ¿Puede llamarse <strong>persona</strong>, en efecto, a un miembro de las tribus de<br />
los dayak, de Borneo, que todavía hace unas décadas sólo consideraban nacido al<br />
niño que, tras la muerte de su abuelo, recibía su alma y su nombre?<br />
La sociedad de <strong>persona</strong>s requiere, no ya una cultura desarrollada, sino una<br />
civilización. Propiamente, la <strong>persona</strong> humana implica la ciudad, la civilización.<br />
Sólo en la ciudad cabe la escritura, al margen de la cual, a su vez, es imposible el<br />
derecho como sistema de normas que pueden regir desprendidas de la subjetividad<br />
individual del patriarca, jefe o sacerdote que las promulgó. La civilización<br />
(de civitas) comporta una confluencia de culturas diferentes, la inserción de los<br />
individuos en diversos círculos, culturas, o sistemas de normas. Esta pertenencia<br />
múltiple les permite liberarse de su propio mundo o círculo cultural y abre virtualmente<br />
la posibilidad de un desarrollo de la identidad abstracta hacia el núcleo<br />
de lo que llamamos reflexivización. Porque la reflexividad no puede entenderse<br />
como una disposición primaria, sino como un resultado dialéctico que presupone<br />
la previa propagación de relaciones transitivas y simétricas, de un modo indefinido.<br />
Pero los contenidos de esa reflexividad, que conducen a la identidad <strong>persona</strong>l,<br />
sólo pueden ser tomados del medio cultural que los hombres construyen y en<br />
especial de los símbolos del lenguaje.<br />
Cuando se alcanza un nivel de abstracción, culturalmente determinado por<br />
el lenguaje que contiene el sistema completo de los problemas <strong>persona</strong>les, tal que<br />
se hagan posibles los procesos pertinentes de transitividad y de reflexividad, a través<br />
de las materialidades más diversas (movimiento simbólico, trabajo cooperativo,<br />
&c.), podrá comenzar a elevarse l& figura de la <strong>persona</strong> como sujeto de derechos<br />
y deberes, de normas abstractas funcionales, que suponen a los individuos<br />
como variables o argumentos de esas mismas funciones, es decir, como <strong>persona</strong>s.<br />
La constitución de las <strong>persona</strong>s es un proceso cultural, pero no por ello arbitrario<br />
o convencional.<br />
<strong>Gustavo</strong> <strong>Bueno</strong>, El sentido de la vida, Pentalfa, Oviedo 1996