GUIAS HIPERTENSION ARTERIAL.indb - Scc
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GUÍAS COLOMBIANAS PARA EL DIAGNÓSTICO<br />
Y TRATAMIENTO DE LA HIPERTENSIÓN <strong>ARTERIAL</strong><br />
TRATAMIENTO - SITUACIONES ESPECIALES - EL HIPERTENSO CON ENFERMEDAD CARDÍACA<br />
Enfermedad coronaria<br />
José F. Saaibi S., MD.<br />
La hipertensión arterial es un factor de riesgo para<br />
el desarrollo de enfermedad coronaria. Sin embargo,<br />
el tratamiento de la hipertensión arterial no ha tenido<br />
impacto en la aparición de enfermedad coronaria,<br />
en parte, probablemente, debido a la naturaleza<br />
multi-factorial de ésta.<br />
Los individuos con hipertensión arterial y enfermedad<br />
coronaria, tienen un riesgo elevado de morbilidad<br />
y mortalidad.<br />
El hipertenso con enfermedad coronaria requiere<br />
un tratamiento individualizado que busque llevar<br />
las cifras de presión arterial a la meta. Aunque el<br />
tratamiento de la hipertensión arterial en el paciente<br />
coro-nario es seguro y benéfico, debe tenerse cuidado<br />
especial en evitar descensos de la presión arterial que<br />
comprometan el flujo coronario.<br />
En pacientes con eventos coronarios previos, los<br />
beta-bloqueadores y los inhibidores de la enzima<br />
convertidora de angiotensina son de utilización<br />
imperativa, sobre todo en presencia de disfunción<br />
ven-tricular.<br />
La enfermedad coronaria es la epidemia del siglo<br />
XXI para los países en vía de desarrollo. En Colombia<br />
la inci-dencia de enfermedad coronaria se incrementa<br />
en la medida en que la población se hace mayor y la<br />
frecuencia de los factores de riesgo para enfermedad<br />
coronaria, que incluyen dieta inadecuada y aumento de<br />
niveles séricos de lípidos, así como de la prevalencia de<br />
diabetes, se hacen más frecuentes.<br />
Los estudios epidemiológicos son contundentes en<br />
señalar que la hipertensión continúa siendo un factor de<br />
riesgo para todos aquellos que han sufrido un infarto. En<br />
el estudio de Flack y colaboradores (1), se encontró inicialmente<br />
una asociación entre aumento de la mortalidad<br />
en los dos primeros años con las cifras bajas de presión<br />
arterial, lo cual puso en evidencia el mayor ries-go que<br />
presentan los pacientes con disfunción ventricular. Pero<br />
Revista Colombiana de Cardiología<br />
Febrero 2007<br />
en el seguimiento a 15 años se demuestra nuevamente el<br />
riesgo elevado de reinfarto o de nuevos eventos cardíacos<br />
que presentan los pacientes que continúan con cifras<br />
elevadas, tanto sistólicas como diastólicas, después de<br />
un infarto del miocardio. Este efecto es de igual magnitud<br />
en los pacientes quienes como consecuencia del infarto,<br />
tienen función cardíaca deteriorada y presentan falla<br />
cardíaca. Como se demostró en el ensayo ALLHAT, los<br />
pacientes hipertensos tratados con varias combinaciones<br />
de medicamentos antihipertensivos, se benefician del<br />
control de las cifras de tensión (2).<br />
La mejor evidencia clínica proviene de ensayos<br />
efec-tuados en pacientes con enfermedad coronaria<br />
compro-bada.<br />
Beta-bloqueadores<br />
Para efectos de su análisis y revisión, se dividirán<br />
en tres diferentes estadios de la evolución clínica de la<br />
enfermedad: tratamientos durante el infarto agudo del<br />
miocardio, tratamiento de pacientes con infarto reciente<br />
y pacientes con evidencia de infarto por historia clínica<br />
y/o hallazgos en un electrocardiograma de control.<br />
No es el objetivo de la revisión analizar los beneficios<br />
de los beta-bloqueadores en los pacientes con falla<br />
cardíaca.<br />
Hoy se sabe que estos medicamentos pueden emplearse<br />
en un rango muy amplio de pacientes con falla<br />
cardíaca moderada y hasta severa, con disminución de<br />
la mortalidad y mejoría en la clase funcional (3).<br />
Fase aguda del infarto (primeras 24 horas)<br />
En los enfermos con un cuadro clínico de infarto<br />
agudo del miocardio, existe amplia evidencia en la<br />
literatura sobre la eficacia y seguridad de administrar<br />
medicamentos que controlan la presión arterial (4,<br />
5). Desde la década de los 90 se sabe, gracias a la<br />
combinación de estudios con más de 47.000 pacientes<br />
incluidos, que con reducciones de 10 a 12 mm Hg de<br />
la presión arterial, el riesgo de enfermedad coronaria<br />
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